El caso Álvarez Cascos

Antonio Fernández Gil "Kayros"

Periodista

¡Mira que la realidad política es tozuda y jodidamente cerril! El PP nacional se hartó de criticar a Zapatero porque éste quería poner a Trinidad Jiménez, su fiel y rendida compañera de luchas electorales, en la lista de salida para la alcaldía de Madrid. La oposición esgrimió toda clase argumentos desde un atentado contra la democracia interna hasta un feo abuso absolutista de la cúpula monclovita. Probablemente hubo razones técnicas y de acomodo a las encuestas, pero esto no valió para nada. Zapatero se tuvo que tragar sus razones y accedió a unas primarias perdiéndolas además, como todos sabemos. El presidente prefirió no violentar la democracia a pesar de las acusaciones de la derecha.

Tenemos ahora al caso Álvarez Cascos, un peso pesado de la política española, ex vicepresidente del Gobierno y ex secretario general del Partido Popular. Ahora ya los conformistas de reata no defienden tanto las primarias sino que, reunida la ejecutiva, el Comité Electoral nacional “ejecuta” a Cascos prefiriendo en su lugar a una desconocida para la presidencia de Asturias.

No es que me extrañe demasiado lo que ocurre en el partido de Fraga donde el dedo ejerce de gran oráculo. Me acuerdo de la carta que le rompió el fundador a Aznar proclamándole líder “ nemine discrepante” y contra viento y marea. También los almerienses memoriosos recordamos el ya célebre congreso de Mojácar, sin perder de vista los sucesos pseudodemocráticos recientes, como la defenestración de Enciso y Megino a la mayor gloria del aquí mando yo y quien discrepe que se vaya a escupir a la calle.

No sé si Cascos fundará otro partido para poder canalizar sus ideas, sus experiencias de gobierno o simplemente sus rencores, pero lleva todas las papeletas para asemejarse, como un huevo a otro huevo, a lo mismito que hicieron otros de su partido. Ahí por lo visto no se discute otra cosa que no sea cómo llegar pronto al poder y por eso conciben la democracia como una cadena de producción donde los elementos que la componen son como bloques de hormigón. Discutir, para qué, está todo discutido. De ahí su prisa en adelantar las elecciones. Se queja Cascos de que ha habido “complicidad en la dirección nacional de su partido”. ¡Qué va! Complicidad no, más bien que Rajoy no desea que le interrumpan la siesta sobre todo ahora que las encuestas le son muy favorables.

(Publicado en La Voz de Almería)