Macarena Ruiz Esquinas
No sé si recuerdan la novela de Michael Ende La Historia Interminable. E n ella, Bastián Baltasar Bux, el principal protagonista de la historia, ayuda a Fantasía a sobrevivir al ataque de la Nada , ese ser oscuro que deja sin vida todo aquello que toca y su paso por Fantasía es algo imposible de detener. Excepto por un ser mágico, valiente y con un gran corazón, conocido con el nombre de una persona joven y especial, como es Atreyu (que significa, hijo de todos).
Atreyu viaja por toda Fantasía hasta llegar al palacio de la Emperatriz Infantil , y dejar allí su voluntad de luchar contra la Nada y salvar a la Emperatriz infantil de su enfermedad, porque si ella llegase a morir, Fantasía desaparecería con ella. No hay una persona que no deje de dudar, que debido a su edad, puede ser que Atreyu no logre ayudarles, pero cuando Atreyu se muestra decidido y comienza a hablar de sus sentimientos, de encontrar la salvación de Fantasía, la duda se convierte en confianza. Todos los habitantes de Fantasía le ofrecieron su ayuda y un objeto mágico (la alhaja o el Esplendor) cuyo poder le protegería y le guiaría a la victoria, el Auryn. Aunque por otro lado, existía el terrible deseo de la Nada de acabar con sus esperanzas de salvar Fantasía y con el mismo Atreyu.
Acuarela de Sarabia |
Ayudado de su caballo Ártax o del dragón de la suerte Fújur y de otros seres mágicos, en todas sus aventuras Atreyu consigue salir victorioso. Pero tendrá que contar con la ayuda de un ser humano de otro planeta, atravesar las fronteras de Fantasía y conseguir ese nombre mágico, ese nombre que salvará a la Emperatriz infantil y que hará que Fantasía vuelva a renacer del impacto tan brutal que la Nada hará con ella y con todos sus habitantes (apagar sus ilusiones, romper sus sueños y dejar que el olvido deje a Fantasía en algo insignificante, como si nunca hubiera existido).
Bastián percibió a Atreyu y le dio ese nombre mágico que Fantasía tanto necesitaba, que era ¡Hija de la Luna !. Y la Emperatriz Infantil concedió todos los deseos mágicos que Bastián, en su imaginación y en el mundo de Fantasía, necesitaba realizar y disfrutar. Pero en todas las aventuras todos fueron necesarios: los seres mágicos de Fantasía, la Emperatriz Infantil , Bastián, Ártax, Fújur… pero Atreyu fue el que logró con la ayuda de todos hacerlas realidad, su motivación empujó a todos al nacimiento de una nueva Fantasía.
David Bisbal, arte en la historia musical, puede percibirse como el nuevo Atreyu del siglo XXI. Un Atreyu que no deja nunca de crear para el planeta azul, un planeta diferente que siente que su música da vida, aquello que lo percibe, lo siente, lo vive, sea un ser humano o la misma naturaleza. Escuchar las letras tan preciosas de sus canciones y la pasión de su voz, que describe una experiencia en cada una de ellas, desencadena todo tipo de emociones sanas y positivas. Atreyu y David tienen muchos puntos de unión: coraje, una enorme voluntad, luz en su mirada, belleza y un corazón que divide su amor en dos partes, una para el planeta azul y otra para Fantasía. Sentir que un ser mágico, en un planeta azul de la galaxia Vía Láctea, llena de ilusiones y sueños nuestras vidas, es hacer que nos sintamos especiales a los que escuchamos y sentimos su música.
Fantasía siempre estará ahí, como dos grandes esmeraldas, brillando para todo el planeta, y en el momento actual por Fantasía viaja una persona mágica conocida como David Bisbal.
Michael Ende estaría muy orgulloso de ver cómo nacen en cada generación nuevos Atreyus y su diamante literario sigue vivo, pero con David Bisbal lo vería de manera diferente, ya que Bisbal nació en 1979, el mismo año que se publicó La Historia Interminable.
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