La otra mirada de Almería

Macarena Ruiz Esquinas

La Opinión de Almería

¿Cómo nos ven a los almerienses? No se asusten, voy a relatarles qué sensación causamos a los demás durante los periodos de vacaciones de extranjeros que eligen la provincia como destino de placer. Países europeos como Francia, Inglaterra, Alemania, Irlanda... Estas personas lo primero que van buscando es el calor, el clima, las playas, pero no piensen que buscan las playas más renombradas del levante almeriense. Las de Almería capital son las que más les gustan.

La gastronomía  les encanta, todo con un buen aceite de oliva. La tradición de irse de tapas y pasar toda la tarde y noche al aire libre, ese aire del sur, les fascina, lo perciben como una magia que rodea a la ciudad de Almería y a los pueblos de la provincia, que les hacen incluso establecer una segunda residencia en Almería, y la primera a lo mejor está en París, o en un condado de Inglaterra, como Devon. Esto es muy bueno, porque no sólo favorece la economía de Almería, enriquece la misma cultura al producirse intercambios culturales, donde cada cultura con su propia identidad si se lo propone, puede fusionarse con las demás y de cada una sacar lo mejor (no lo peor), la convivencia entre culturas es la base de la interculturalidad.

Otro aspecto que destacan es que la gente en general es sociable y abierta, características de un sitio de costa y si necesitan información suelen prestar atención e informarles de todo. Y  destacan que las noches de fiesta les gustan muchísimo, los hoteles prestan buenos servicios y que la ciudad está creciendo y acercándose a una ciudad vanguardista.

Aspectos negativos que destacan: la contaminación acústica, medioambiental, la falta de transportes urbanos, una mejora en la estación ferroviaria con nuevos trenes y mejores comunicaciones con otros puntos de España, poca seguridad en las calles, más puntos de información turística, más empresas que fomenten actividades culturales para que sus hijos no sólo tengan los parques y los paseos para jugar, incluido actividades de ocio para los adolescentes y adultos, en definitiva quieren más variedad para pasarlo bien, porque ese es el fin.

Hay que ponerse manos a la obra, aprender un segundo idioma bien, para poder comunicarnos con personas de otros lugares del mundo, con las que compartir nuestras ideas y experiencias.