Operación Poniente: primer fascículo

Antonio Felipe Rubio
Periodista

Como era de esperar, las primeras filtraciones del sumario de la Operación Poniente trasciende una escabrosa superficialidad que entretiene, pero no alimenta. De momento, Añez niega que le arreglaran la farmacia y García Quero insta a sus abogados por la publicación relativa a unos apaños en el aseo; y, si a esto le añadimos el ergonómico WC de Alemán, está claro que se ha superado el listón de información basura para incorporar cierta aerofagia a un asunto que prometía momentos glamurosos de gloria con vajillas ribeteadas en oro y el desenfrenado rugido del Aston Martin. Pero no. Ahora se retoma la historia con un chapuz en el cuarto de baño y cuatro peonadas de fontanería.

Supongo que esto será un avance apresurado y una selección muy prosaica de necesidades básicas de los imputados. Habrá algo más, espero, como para justificar el despilfarro, despipote y apropiación de decenas de millones de euros que han logrado llevar al municipio de El Ejido a la indigencia y desasistencia de los servicios más elementales para sus ciudadanos.

Ya no es que los árboles nos impidan ver el bosque; es que nos estamos entreteniendo con las briznas de hierba. Supongo, a estas horas, transmitido y filtrado suficiente cantidad de sumario como para emprender una “guerra de titulares” que atraiga la atención por chabacanería, cutrerío y miseria humana. Es lo que vende. Espero que la Operación Poniente no se convierta en un “Gran Hermano” en diferido. De otra manera, resultará muy difícil entender por qué los principales actores han permanecido en prisión preventiva, eludida con abultadas fianzas.

Y no se moleste nadie de la parroquia; que no es por criticar a los medios locales. Es más, creo una línea acertada la del inodoro y la fontanería. Recuerden a la envidiada Isabel Preysler por sus tropecientos equipamientos de baño. O sea, que por ahí el enfoque engancha y distingue.

Me permito recordar otros argumentos: De los GAL nada se sabe de los autores “intelectuales” (la “X”) y sólo nos queda el recuerdo de unos funcionarios puteros que pagaban con las tarjetas VISA de los Fondos Reservados. O de los moritos del 11-M, los pelanas de la Kangoo y el “inesperado” suicido en el piso de Leganés. Y qué me dicen del chivatazo de la propia Policía en la madriguera etarra de El Faisán.

En fin, son asuntos de profusa difusión que abanderaron ciertos medios de comunicación; unos para investigar, y otros para desacreditar las investigaciones publicadas. Y, ojo, que Pepe Añez apunta hacia una manipulación con intereses políticos. Espero que no quede todo en otra “Teoría de la Conspiración”. Esta será la labor de los jueces, y en ella confío.
(noticiasdealmeria.com)

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