Que sepan ser concejales

Javier Aureliano García

Secretario General del PP de Almería

Como concejal del Ayuntamiento de Almería, me cabe el orgullo y privilegio de representar a todos los ciudadanos de nuestro municipio todos los días, a todas horas y bajo cualquier circunstancia. Ello no sólo incluye el trabajo y la gestión cotidiana, las visitas o las reuniones vecinales. De modo muy especial, uno es y se siente concejal del Ayuntamiento de Almería cuando representa a todos los almerienses en aquellos actos en los que la Corporación Municipal tiene el papel que le corresponde, como ejemplo visible del poder de los ciudadanos a la hora de escoger a sus cargos electos.

En este sentido, no existe en el calendario almeriense una jornada de mayor peso y representatividad institucional que la conmemoración, cada 26 de diciembre, de la entrada de los Reyes Católicos en la ciudad de Almería, la que popularmente se conoce como el Día del Pendón. Desde hace muchos años, los almerienses recuerdan el hecho histórico que situó a su ciudad en el contexto de integración y unificación de una de las naciones más antiguas de Europa. Y lo recuerdan desde la satisfacción y el orgullo histórico de vivir en una ciudad antigua y cargada de historia y tradición. Y lo recuerdan asumiendo con naturalidad los hechos de un pasado que no debe ser juzgado en ningún caso desde el punto de vista de los valores actuales. Hace quinientos años ni existían, ni tan siquiera se contemplaba, la separación entre los estamentos civiles, militares y religiosos. La entrada de las fuerzas cristianas en Almería en las postrimerías del dominio musulmán de la península ibérica fue el resultado de la estrecha colaboración de la sociedad civil, militar y religiosa de la época. Y esa es la razón por las que el protocolo de conmemoración de este importante hecho simboliza de modo visible la participación conjunta e indivisible de estos tres factores a la hora de posibilitar las capitulaciones que franquearon la entrada de los Reyes Católicos a Almería.

Esa es la historia. Lo que no acaba de entenderse es que haya miembros de la Corporación Municipal, a la que me honro en pertenecer, que piensen que su militancia, sus ideas personales, sus gustos, sus preferencias o sus necesidades publicitarias estén por encima de su cargo como representante de todos los ciudadanos de Almería, les hayan votado o no. Por eso no puedo compartir el gesto de mis compañeros socialistas al dejar sola en la Catedral a la concejal más joven y, por tanto, portadora del Pendón en la conmemoración de este año. No puedo compartir que se rechace por anticipado lo que pueda decir el obispo en su homilía durante la misa que incluye el protocolo del acto, así como tampoco puedo compartir que las palabras de su intervención constituyeran, como ha señalado la abanderada de este año, un acto electoral o un ataque político.

Yo no pido a los concejales socialistas que compartan nada de lo que otros digan o que crean por obligación en lo que no quieran o no les apetezca. Tan sólo les pido que sepan ser concejales del Ayuntamiento de Almería. Y eso, al menos a mi juicio, incluye la obligación de saber estar en los actos oficiales. La vida pública exige en muchas ocasiones compartir espacio físico con personas que, en el ejercicio de su libertad, defienden ideas que no compartimos. Ser concejal del Ayuntamiento de Almería supone saber escuchar con respeto las ideas, opiniones y planteamientos de los demás. No les pido a los concejales socialistas que compartan las ideas del obispo sobre el modelo de familia que a su juicio es más idóneo o sobre su concepción del matrimonio. Tan sólo les pido que sepan ser tolerantes y que entiendan, si pueden, que por encima de sus ideas políticas está el deber de representar a todos los almerienses. Y esa representación incluye participar en los actos institucionales de principio a fin. Y si no, que tengan la valentía de anunciar públicamente sus intenciones respecto de esta conmemoración si la mayoría de votos de los ciudadanos a los que no saben representar les permiten acceder a la alcaldía.