Sufridores

José Fernández

Periodista

No entraré ahora a discutir o valorar las aptitudes del entrenador del Almería, José Luis Oltra, o si sus tácticas de juego son mejores o peores que las de otros responsables técnicos del club. Allá cada cual con sus preferencias y su suerte, porque si al final la bola entra donde debe no habrá espacio para las especulaciones teóricas.

Lo que sí puedo hacer es elevar mis ruegos al Altísimo para que los planteamientos estratégicos del señor Oltra sean mejores sobre el terreno de juego que en la sala de prensa, porque cuando un club está en la zona caliente del descenso y una de sus principales preocupaciones es la escasa afluencia de espectadores a los partidos, no parece que sean demasiado convenientes alardes de sinceridad como los escuchados tras el último (y felizmente victorioso) partido del Almería ante el Osasuna: "Quien no quiera sufrir, que no venga al estadio".

Vamos a ver, José Luis, si los esforzados y voluntariosos espectadores que acuden a ver el juego de tu equipo ya saben eso. Es más; el público del Almería es la viva encarnación del discurso Hemoal, puesto que asiste al irritante devenir deportivo del equipo y lo sufre en silencio. No puedo dejar de imaginar la erupción de felicidad que habrá brotado de los despachos de la directiva (la misma que se queja de las butacas vacías) al escuchar al entrenador del equipo invitando a que los medrosos, encogidos y pusilánimes se queden en casita, en vez de invitarlos a acudir "a vivir con intensidad las emociones propias de este momento de la liga" o cualquier otra valdanada.

No olvidemos que la permanencia también se juega ante los micrófonos de la prensa.