Un juego peligroso

Miguel Ángel Montero Valero

Estas últimas semanas hemos vivido expectantes ante lo que, a priori, parecía el final de ETA. En el último comunicado de la banda terrorista se habla de un "alto el fuego permanente y verificable". No es que quiera leer entre líneas, pero un alto el fuego es fácil y grato de verificar. Y lo de permanente,  hasta la fecha lo único que ha sido permanente es el deseo de todos de ver a todos y cada uno de los terroristas en la cárcel.

Yo pienso igual que Jaime Mayor Oreja, que opina que lo que hay detrás de esta tregua no es sino una maniobra más de ETA de colarse en las elecciones municipales de este mismo año.  Han perdido el poder político que tenían en el País Vasco y  su cúpula ha sido desmantelada en varias ocasiones en los últimos meses. Con este panorama, no les queda otro remedio que llegar a una tregua, pues están más debilitados que nunca.

Ahora bien, me parece un tanto sospechoso que cada vez que hay un comunicado de ETA se produzcan  detenciones. Dichas detenciones son, además,  gente colaboradora de la banda, como es el último caso de dos "informáticos" en Francia. Esto, unido a la forma en que el gobierno parece presionar a los terroristas, me da a pensar seriamente en la posibilidad que maneja Mayor Oreja.

A qué gobierno no le gustaría anunciar el fin del terrorismo en España. Todos los  gobiernos de la democracia han intentado acabar con esta lacra, pero ya sabemos el precio que hemos pagado. No se puede dialogar con alguien que empuña un arma, pues tarde o temprano acabará por disparar contra nosotros.

El Gobierno se equivoca, una vez más,  si  cree en las palabras de los terroristas, pues, una vez alcanzado el objetivo de entrar en política de nuevo, volverán a hacer lo único que saben, matar y extorsionar. No debemos participar en el juego peligroso de intentar pactar con terroristas, pues ya conocemos como acaba la partida.