Unicaja no tiene dinero

Javier Salvador

Director de Teleprensa

Unicaja, la entidad andaluza por excelencia, la gran caja que antes llevaba en el nombre aquello de monte de piedad por eso de ayudar a los necesitados y supuestamente volcarse con la cultura y todas esas cosas, se marcó ayer un gol en propia puerta, y de los buenos, al dejar tiradas una jornadas de teatro con casi treinta años de historia. El motivo son los recortes económicos naturales en esto de la crisis, pero creo que el centro de problema o por lo menos la parte que conocemos son unos veintitantos miles de euros.

Unicaja no destaca en Almería, en opinión no sólo mía sino de muchos, por la generosidad de sus actuaciones. De hecho, la mayor parte de la clientela local se mueve en el medio de las cajas rurales, de Cajamar mayoritariamente, pero había una serie de límites o barreras que nunca se habían tocado. Por poner una lista muy cortita, tenemos el patrocinio del equipo de voleibol, alguna incursión en escuelas deportivas, las Jornadas de Teatro Siglo de Oro y poca cosa más que se conozca.

Las jornadas de teatro ya han caído, y eso para los almerienses tiene un significado especial. Almería, lo quiera reconocer o no, defiende su capitalidad frente poblaciones como El Ejido, principalmente, y Roquetas de Mar. Cualquiera de las dos poblaciones antes mencionadas tienen mejor programación cultural que la capital, pero El Ejido destaca por su Festival de Teatro, que se ha convertido en uno de los más importantes del país y en el que grandes compañías han estrenado impresionantes producciones. Además, para más jodienda, en El Ejido hay Corte Inglés y un Hipercor, mientras en Almería capital no se pasa del Mercachina y El Corte Chino.

Personalmente no soy muy aficionado al teatro del tipo Siglo de Oro y tampoco soy cliente de Unicaja, al igual que ellos no lo son míos, pero entiendo a esos que ayer intentaban organizar una especie de revolución contra la entidad. Que si una plataforma en Faceboock del tipo “si no pagan 24.000 euros que les cueste 240 millones”, quedadas para cancelación de cuentas y cosas por el estilo, cuyo fin es llamar la atención de una entidad por la majestuosa chorrada que ha hecho con tal de ahorrarse menos de lo que se gasta en cualquier cipotada institucional.

Ya no se trata del dinero, de entender o no los recortes, sino que con un 0,01 de recorte de gasto en cualquier área de negocio, no sólo consiguen los 24.000 del puñetero certamen teatral, sino mucho más y, en el fondo, pues no se nota tanto y son capaces de subir el Ebitda.

El problema son las sensibilidades heridas. Y como aquí, en el sur, somos muy burros con las cosas del corazón, y el año pasado ya costó algún infarto sacar adelante las dichosas jornadas, ahora se pedirá a los políticos que actúen ¡Y ojo con las consecuencias! Así, la cosa se puede poner interesante, y puede que el primero que anuncie que su entidad pública quita sus cuentas de Unicaja se gane por lo menos 2.000 votos. Y no se trata de que sean 2.000 personas las que esperan ansiosas las jornadas, sino que de los 20.000 que le dirán al político de turno eso de “con dos huevos, así se le responde a los causantes de la crisis, ¡tú cuentas con mi voto!”, al final sólo cumplirá con su palabra el 0,1%. Y no es mucho, pero tal y como está el patio, en algunos casos podemos hablar de un concejal arriba o abajo.

Como verán, empezamos hablando de las Jornadas del Siglo de Oro y una subvención de 24.000 euros -es decir, una posible chorrada- y terminamos interpretando que es una clara traición a la ciudad de Almería que traerá consecuencias de alta política. Y ojo, que la historia empezó ayer, pero en un par días se pide la dimisión de Braulio Medel, presidente de Unicaja, si se pone a tiro porque a la gente no le gusta eso de que Unicaja no tenga dinero, y menos para las Jornadas de Teatro Siglo de Oro de Almería, porque igual empezamos a tirar de lo que gastan en actividades culturales en Málaga, por ejemplo, y entonces sí que la liamos parda.

(teleprensa.es)