Agustín de J. Muñoz Soler
Comentarista político
Desde que el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez del Gobierno, asegurara haber contado su reelección o no a un personaje político comenzó la carrera por su sucesión en su organización política y ha producido un estado crónico de ansiedad que a buen seguro acabará tras las Elecciones Municipales. De lo poco que aflora informativamente y de la traición del subconsciente que le produce a algún dirigente político se puede aventurar con escaso margen de error que José Luis Rodríguez Zapatero no se presentará a la reelección como Presidente del Gobierno tras ocho años ostentando el máximo cargo público electo que permite la Constitución de 1978, lo que será motivo de reflexión aparte.
Y dado por hecho, con la relatividad de esta eventualidad, que José Luis Rodríguez Zapatero no concurrirá a las próximas elecciones generales como candidato a la presidencia del gobierno por el PSOE, la batalla por la sucesión inexcusablemente abierta se encuentra en si ésta debe producirse en el contexto de un Congreso Federal Extraordinario o por el contrario mediante un 'dedazo' en cualquiera de sus variantes. Y parece ser que el dilema se halla en este aspecto debido a la existencia de dos herederos: Alfredo Pérez Rubalcaba, que es sostenido por el propio José Luis Rodríguez Zapatero y los presidentes autonómicos de Extremadura y Andalucía como máximos exponentes, y un 'tapado' por el que optaría José Blanco como máxima expresión.
Lo que parece intuirse es que Pérez de Rubalcaba es el candidato a la sucesión más sólido, y así desveló "La Gaceta de Almería" tras su nombramiento como 'hombre fuerte', lo que no sería óbice para su proclamación en un Congreso Federal que es la medida que más le permitiría asentarlo políticamente y del que consecuentemente podría salir con la mayor fuerza para la competición electoral. Con independencia de la opción elegida a nivel federal por el PSOE, este magno hecho político en la organización política tendrá consecuencias políticas en todas las circunscripciones en que se halla asentada y muy singularmente a nivel provincial, donde el movimiento armónico de “un pasito adelante y otro para atrás” con que algunos se vienen asegurando su supervivencia política no parece garantizarla hoy en día en algunas provincias como la de Almería.
Debido al aislamiento orgánico que padece la dirección provincial almeriense, la sucesión a abierto una ventana a la esperanza no tanto como para continuar al frente de la organización política, en la que ha dejado tantos cadáveres en la cuneta que se hace imposible seguir, como para ostentar cargo público durante los próximos cuatro años que es a lo que se está aspirando. Y en este contexto hay que insertar el respaldo público y explícito a Pérez de Rubalcaba durante su visita a la provincia de Almería. En el peor de los casos ya están los puestos residenciales construidos en las delegaciones provinciales de Medio Ambiente y del Gobierno.
Como punto de inflexión cabe reseñarse las próximas elecciones municipales, cuyos resultados electorales en la provincia de Almería tratan de diluirlos en los que parecen se producirán a nivel estatal y encontrar en este resquicio una oportunidad que les garantice a la dirección provincial una salida honrosa para los próximos cuatro años. Ni siquiera el puro y estricto trámite está siendo tratado en la actualidad por la dirección provincial socialista, habiendo roto, por una parte, la conexión con los afiliados y, de otra, la desmotivación persiste hasta niveles hasta ahora desconocidos y que es lo que convierten a estas elecciones municipales en plebiscitarias por haber conseguido ideologizarlas con el hastío.
(lagacetadealmeria.com)
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