Bangladesh

Macarena Ruiz Esquinas

Si tienen algo los medios de comunicación es que te dejan sin palabras. No sabe uno como reaccionar ante noticias, primero porque no conoce el país, ni su situación política, económica, social, cultural, histórica y las circunstancias que han provocado un acontecimiento concreto  y piensas, pues no hablo de lo que no conozco.
Pero que me digan que una menor de edad ha perdido la vida por un castigo divino, según unas leyes divinas y que al final ha terminado la niña en una caja y los padres de la misma están obligados a pagar una multa, porque sí…No tiene nombre, ni palabra para describir esta aberración. ¿Qué valor tiene la vida humana?
El caso en concreto habría que estar allí, para informarse bien, pero siendo un familiar adulto, ¿por qué no lo han castigado a él, que ha cometido el abuso? Es mejor a la niña, ¿no? Y más delito tiene la pareja de este familiar, denunciando a la niña, sabiendo lo que se le iba a venir encima. Los celos es lo peor que se le pudo pasar por la cabeza. Esa mujer no tendrá la conciencia ni el corazón tranquilos nunca...y a ver si encuentran a todos los autores del homicidio.
Seguro que percibirán, como yo, el valor que tienen las niñas en estos países y cómo crecen las mujeres mentalizadas que son algo muy diferente y nada comparable al hombre y a las leyes divinas que se inventan.
Señores, cien latigazos con cañas de bambú duelen mucho. Y es una lástima que Mosammet Hena haya perdido la vida de esa manera. Y este caso, porque ha sido conocido, ¿pero y los que no se conocen en Bangladesh y en otros lugares del mundo, incluido Occidente?
Yo pienso que en la única ley que creen los que hacen estas aberraciones es en su polla divina. La ástima es que esta polla tiene más de un seguidor. Si ahora mismo estuviera viviendo en Bangladesh, más de uno me prendería fuego. Ven, dónde está la libertad.

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