Rafael Leopoldo Aguilera
Comienza otra semana, y ya son demasiadas, y las perspectivas no son nada halagüeñas a pesar de los pactos sociales y la visita de la Presidenta de Alemania Doña Ángela Merkel, que fue recibida con la tradicional sonrisilla provocada por la situación que están atravesando los españoles, que no España, por el Presidente del Ejecutivo Rodríguez Zapatero, bueno, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, e incluso “in pectore” Jefe del Estado, cosa que no ocurrió con la visita del Jefe del Estado la Ciudad del Vaticano.
La visita fugaz de la mandataria alemana me produjo la sensación real o irreal de venir a fiscalizar como los 17 Tribunales de Cuentas, a verificar como los 17 Defensores del Pueblo, a comprobar “in situ”, sobre el terreno, más parecido a un pantano, la situación caótica de la invertebrada y plurinacional España que está atravesando económicamente y socialmente. Bueno, no se sí esta España es la España que define la Real Academia de la Lengua, o habrá que redefinirla en todos los sentidos geográficos, orográficos,….
¿No estará pasando ahora factura Alemania por nuestra participación con la División Azul? Ahora vamos a mandar legiones de universitarios en los trenes de alta velocidad “Vente Pepe a Alemania”. En todo caso, bienvenida y bien hallada Miss & Mister Merkel. Luis García Berlanga haría una buena proyección cinematográfica sin censura, pero en blanco y negro, como está España ante esta plausible visita de envergadura institucional, y nuestros universitarios/as, maleta colgada a la espalda, como los antiguos flechas navales, marchando al ritmo de las canciones de David Bisbal, o incluso a las “Barricadas” pensando en Durruti.
Pero no se preocupe señoría, las leyes de memoria histórica, del aborto, de la educación, de carrera militar, de restructuración del sector público, jubilación hasta que lleguemos al tanatorio, 400 € a los nini, etc., etc., y por supuesto muchas subvenciones a los sindicados de clase, que no les falte, mientras tanto, Cáritas y Manos Unidas no dan abasto a mayor número de ciudadanos en la total indigencia, nos harán sacar a España de los países emergentes, perdón de los países desarrollados, aún no siendo ni competitivos ni productivos, y estar en la vanguardia del G20, el G5, y sobre todo en el gran proyecto universal de la Alianza de Civilizaciones que tanto resultado está dando a nivel internacional, desestabilizando los países del entorno del mediterráneo. Eso si, no defendiendo en Europa el Gobierno de concentración nacional el martirio que están sufriendo las minorías cristianas en los países de la Alianza de Civilizaciones.
Y cómo no, todo está controlado, y más ahora en carnaval, a divertirse con el mariposeo estomacal con un platito de sopa boba, y después, nos llega la Cuaresma, ayuno y abstinencia, y sí es necesario, declaramos el estado de alarma o excepción o sitio, aquí no ocurrirá como en Túnez o Egipto, márchese señoría con la certeza de que las elecciones municipales del 22 de mayo, festividad de Santa Rita, “lo que se da no se quita”, no producirán lo ocurrido el 14 de abril de 1931, todo está controlado por nuestros conversos controladores aéreos, y nos atrincheremos en el reino de califato de Al Andaluz; y a nivel estatal, la organización política con la dinastía ZP para mantener el orden y la paz con la siempre ayuda del Ministerio de Interior.
ZP piensa como en el 711, que el Foro de la Alianza de Civilizaciones logrará reinstalar en el continente europeo parte de la cultura, en decadencia a partir de las invasiones germánicas. Se lo habrá comentado a Merkel para que se lo transmita a Sarkozy-Carla Bruni, y nos visite el Jueves y Viernes Santo como ejemplo del laicismo francés para enlazar con el partido de copa del Rey o ZP el Miércoles Santo con el Himno de Riego, perdón con el Himno Nacional, o la Marsellesa como en el día de “Los Coloraos”.
La próxima propuesta en el Foro de la Alianza de Civilizaciones será devolver a sus herederos de consanguinidad “mortis causa” o afinidad, “inter vivos” la mezquita de Córdoba, el palacio de la Alhambra en Granada, la torre de la Giralda en Sevilla, y la Mezquita- Iglesia de San Juan de Almería, y la Alcazaba y el Cerro de San Cristóbal, y el cambio de nomenclatura en la Función Pública Andaluza: General por Emir, funcionario de la Agencia Tributaria por Amil, Magistrado – Juez por Cadí, Policía por Surta e Inspector de Trabajo por Almotacén.
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