Brindis por Paco Mancada

Kayros

Periodista

Se nos desquitó soberanamente Paco Moncada. Le vimos irse de la radio todavía joven cuando estaba lleno de experiencia y sabiduría. Quienes no comprendíamos aquel retiro prematuro no podíamos pensar que se iba para escribir sobre la profesión de toda la vida. ¡ Y vaya si ha escrito! Un recio volumen, un archivo fotográfico, un manantial inagotable de futuras tesis sobre la radio almeriense y no almeriense.

El martes el Teatro Apolo estaba repleto de gente. No solo vimos de una tacada a numerosos profesionales de la radio. También estaba un buen mogollón de sus viejos oyentes. Moncada destacó la vertiente sentimental de este instrumento de masas. No hacía historia rigurosa sino acercamiento cordial y de eso nada como esa voz de las ondas que acompaña hasta en la cama. Vimos la nostalgia primero en video. Luego fue comentada por Espinar y Barbeito; luego oímos al propio Moncada abusando incluso del tiempo de sus oyentes -estaba entre amigos,claro- y a través de su palabra incesante recordaría la vida de este país desde al año 34 cuando fue fundada Radio Almería. La música, las canciones, la publicidad, las noches de sábado, el callejero de la ciudad, los toros, las procesiones, el fútbol, los distintos locutores, los ilustres visitantes, la feria, el desfile de gobernadores.

Ya está dicho que este libro no es una tesis -existen otras, claro está- pero sigo sin enterarme bien de cómo funcionó la radio durante el franquismo. Leo y releo casi todo lo que aparece sobre el asunto y no alcanzo a explicarme que aquello durara una eternidad con tanta abundancia de profesionales avispados y mal retribuidos. Pero todo se andará, tiempo al tiempo. De la infinidad de datos aportados por Moncada han de salir nuevos estudios sectoriales que nos ayuden a comprender lo que todavía queda en sordina, nunca mejor dicho tratándose de la radio. De momento brindemos por este nacimiento editorial.

No pude felicitar al autor porque quedé bloqueado como un montañista invernal por el aluvión de amigos y admiradores que buscaban el libro como el Arca de la Alianza. Así que brindo por ti, querido Moncada. Cuando hablamos de la abundancia del corazón, allí donde se goza y se padece, éxito a la vista. Te lo mereces.
(Publicado en La Voz de Almería. Con su autorización)