De iguales, nada

José Fernández

Periodista

Hacienda pondrá en marcha este año un plan destinado a estrechar el cerco sobre las personas que perciben rentas sin declarar cobrando el paro u otras prestaciones de la Seguridad Social. No sé cómo lo verán ustedes, pero creo que luchar contra el fraude no es una actitud: es simplemente un deber por parte de las administraciones que recaudan el dinero de unos ciudadanos que, en teoría, son iguales para todo. Y digo que en teoría lo son, porque si usted comete una pequeña infracción, un pufo leve o un descuido venial en la declaración de sus rentas, es muy probable que le escruten hasta la médula de su incumplimiento para crujirle. Pero si usted es un alto cargo de la Junta de Andalucía y diseña o consiente una trama de saqueo del dinero público para hacer chanchullitos, favores retribuidos o, como dijo un reconocido político local, tratar de conseguir como cualquier padre, “lo mejor para tus hijos”, no se preocupe que no le pasará nada. Así que de iguales, nada.

Lo digo porque dudo mucho que ningún consejero de la Junta (mucho menos el impermeable señor Griñán) se dé por aludido por lo que se está conociendo acerca de ese fondo especial de 700 millones de euros que, según ha confesado el director general de Empleo, Francisco Javier Guerrero, tenía la Junta a disposición de sus amigos para salvar, reflotar o remodelar empresas afines y/o propias al margen de la ley. Tranquilos, que no pasa nada. Aquí las alarmas de la inspección de Trabajo sólo saltan si  publicas ofertas de empleo sólo en masculino, sin recordar eso de trabajadores y trabajadoras. Esa es la única igualdad que defienden a cara de perro. Y de perra.