Dos exposiciones

Kayros

Periodista

En el salón de cultura de la Diputación encontrarán ustedes una buena muestra del arte oficial de toda una época, la que va desde l812 a principios del siglo veinte. Son tiempos presididos, tras la invasión napoleónica, como explica José Álvarez, de un nuevo concepto territorial. Aparecen pues las diputaciones provinciales como órganos administrativos impulsores no ya solo de la política, la agricultura y la industria, sino también de la cultura y las bella artes. Proliferan, pues, las academias de dibujo. Los pintores son pensionados en el extranjero. Obtener una medalla es signo claro de aprovechamiento y por tanto pasaporte para la fama. Ahora bien, ¿qué precio pagan los artistas por ello? Probablemente entonces no se entendiera como hoy lo entendemos nosotros: hacían arte oficial, arte de lo más tradicional, historicista, costumbrista.

Dense ustedes una vuelta por la Diputación de Almería y se cansarán de ver retratos de grandes prohombres, escenas de la historia y de la literatura, algo de mitología y muy poco de realismo de costumbrista.

Con ello no quiero decir que los pintores que allí aparecen no sean grandes dominadores de la técnica, a la mayoría de ellos bien se les nota la influencia academicista cargada obviamente de primeras medallas tanto aquí como en Roma. Todavía no hay un atisbo en ellos de la presencia del siglo y desde luego menos aún del alborear de las vanguardias. El resultado no puede ser otro que la lejanía o la frialdad con que ahora los acoge el visitante de exposiciones.

En contraste, tenemos en Unicaja, Paseo de Almería, ll, otra exposición dedicada a los Vasos griegos del Museo Arqueológico Nacional. Por esos vasos circula gran parte de la vida ciudadana, la religión, las costumbres, la diversión, la política social y económica, la mitología, etcétera de la historia de Grecia. Arte pues integrado, noticia del tiempo y del vivir cotidiano. A mi juicio, el visitante almeriense no quedará frustrado al acercarse a esta presencia vivas que aún nos hablan desde el fondo de los siglos.
(La Voz de Almería)