Otro año más, y ya van algunos, no respetan gubernamentalmente las creencias de la mayoría de los españoles, que durante las fechas de la Semana Santa viven, especialmente las mismas, a través del catolicismo popular, de la piedad popular, acompañando a las Imágenes Sagradas en los cortejos procesionales camino de sus Estaciones de Penitencia.
Y el contubernio político-deportivo oficialista ajeno al sentir del pueblo, pero con actitud de un laicismo agresivo y beligerante, nos coloca el partido de fútbol de la final de la Copa del Rey, antes, según recuerdo en blanco y negro, “del Generalísimo”, el Miércoles Santo, cuando en cada rincón de España, y muy especialmente, Andalucía, se encuentran en las calles, callejuelas y plazas miles y miles, por no decir millones, de personas acompañando con fervor y devoción la fe que se hace cultura durante la Semana Mayor.
Estas actitudes del poder político son una afrenta, una provocación velada, a las creencias de los cristianos, y en especial, de los católicos, que a través de la religiosidad popular expresamos nuestros sentimientos religiosos en los Misterios de la Fe, viviendo espiritualmente la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y los dolores de Su Santísima Madre, la Virgen María.
¿No pueden colocar el partidito de fútbol el siguiente miércoles de Pascua? ¿Sucederá como el año pasado el piterío al Jefe del Estado?
¿Qué himno sonará en el campo, el de Riego o el Himno Nacional, o Campanilleros?
Un día nos encontraremos, que por motivos ecológicos y medio ambientales (incienso, cera, sonido de las bandas de música, saetas, racheo del paso de los costaleros, el sonido del balanceo del palio......), declararán el Estado de Excepción, y los ciudadanos y ciudadanas no podrán salir a la calle a expresar estos sentimientos tan arraigados y tradicionales que han sido transmitidos generación en generación, y lo reducirán a las Sacristías, previo pago de la tasa municipal correspondiente.
Con todos mis respetos Rafael. Creo que se te ha ido "la olla". Ves fantasmas por todas partes y eso no es bueno (haztelo mirar). No mezcles churras con merinas. Creo recordar que en época del "insigne caudillo", sólo era fiesta Jueves y Viernes Santo (creo)por eso supongo que no habría este problema tan gordo que aquí se plantea. El que quiera asistir a los desfiles procesionales, que lo haga y el que quiera ver el futbol, pues tanto de lo mismo. No hay que radicalizar, yo no veo ninguna afrenta o manipulación velada a las creencias de nadie. No será que la mayoría de esos catolicos se decantarían por el partido? Llevamos ya muchos años (afortunadamente)de Democrácia y todavía algunos confunden el término LIBERTAD con "laicismo agresivo y beligerante". Es una simple elección. Que cada uno haga lo que mejor le parezca. No te parece? Un saludo. Ah por cierto, yo sí veré los cortejos procesionales. Ves, ya he elegido. Un saludo. Araceli.
ResponderEliminar