Ganar tiempo

Kayros
Periodista

Los partidos están ya en elecciones prácticamente. Falta todavía algo para el mes de mayo pero no quieren perder tiempo. El principal de ellos, el PSOE almeriense. No se sabe bien si el largo sueño del poder les hizo holgazanes o si la pérdida continuada de consultas populares los trocó en diligentes. En cualquier caso, bienvenida sea la nueva propuesta de candidatos a las municipales; bienvenida sea asimismo la renovación de alcaldes. Mal lo tienen. Un cuarto de siglo gobernando Andalucía y casi otro tanto dirigiendo la nación oxida los ejes de cualquier carreta. Y eso tal vez no sea lo peor. Un diputado, un consejero, un edil son fáciles de sustituir: lo que cuesta es erradicar hábitos de comodidad, de disfrute del poder sin dar cuenta al ciudadano que les votó.

Me estoy volviendo muy escéptico conforme me hago viejo. Yo creo que detrás de tanto altruismo palabrero y de tanta monserga por cambiar la sociedad y crear en la tierra el paraíso socialista, lo que hay oculto es el instinto biológico de alcanzar el bienestar económico y de colocar bien a sus hijos. Esto es especialmente visible en los tiempos que corren. De ahí que los partidos políticos se hayan convertido en agencias de colocación cuando ya las agencias no colocan a casi nadie. Pero, bueno, como procedemos de la piara y de la tribu, tampoco debemos echar en saco roto lo que hemos ido aprendiendo desde Aristóteles a Gabriel Amat o desde Gürtel a Mercasevilla. Vamos a ver si podemos desbrozar tanta promesa que luego no se cumple.

No abominamos de la política como mal necesario, pero cada palo debe aguantar su vela. El alcalde sospechoso de corrupción no debiera ir en ninguna lista. Me paree un principio algo perverso aprovecharse de ese principio puesto en circulación por Camps y Fabra: las urnas me absolverán. Urnas, urnas, cuántos delitos económicos, ¡cuántos robos se comenten en vuestro nombre! Y ¿cómo no sabía esto el PSOE que había estado tantos años en el dique seco criticando la podredumbre del franquismo y luego de la UCD? A todos nos gusta el pringue.
(La Voz de Almería)

No hay comentarios:

Publicar un comentario