Gran Hermano antieducativo

Pedro Mena Enciso
Profesor de Historia 

En la última semana del año nos sorprendíamos desagradablemente con la sustitución de CNN+ por un canal dedicado las 24 horas del día a un programa amoral que tiene como lema formar a ciudadanos lelos, superficiales y escasamente preocupados por los valores democráticos propios de una sociedad civilizada.

Efectivamente, la pérdida de espacios informativos y de debates serios y su sustitución por programas dominados por el morbo, la vulgaridad y el sensacionalismo, hace un flaco favor a los ciudadanos en su conjunto y a nuestros adolescentes de forma especial. Todo el esfuerzo y el trabajo que desde la Escuela se viene intentando corre el riesgo de sucumbir ante esa legión de individuos sin escrúpulos que nos manipulan con ese mirar hacia otro lado propio de los políticos y de los Tribunales (precisamente los partidos políticos y la Justicia son las instituciones menos valoradas por los españoles, ¡por algo será!).

Desde Puerta Purchena, pedimos responsabilidad, unos mínimos principios morales a los medios de comunicación y que dejen de servir exclusivamente a intereses económicos. Con la proliferación de tanto programa contraeducativo se están destruyendo los pilares básicos de toda comunidad, es decir, la familia y la escuela. Se nos llena la boca hablando de educación de calidad para formar ciudadanos íntegros,  que busquen la justicia social y, por otro lado, cuando salen del Colegio se ven sometidos a la tiranía de todo lo contrario. A nuestros niños y jóvenes se les está presentando un mundo donde la investigación y la formación no se valoran y se le da mucha más importancia a individuos que exportan la vida fácil, a base de corrupción y culto al cuerpo, que a personas que con su trabajo y esfuerzo continuo contribuyen a transformar el mundo desde el valor científico o humanístico.

Desde el entorno educativo pedimos a los profesionales del verdadero periodismo que unan sus voces para denunciar toda esta telebasura que, a base de manejos y distorsionamiento de la realidad, utiliza el escándalo para atraer a la audiencia. Los más jóvenes son su carne de cañón porque todavía no están formados y muchos se sienten atrapados por la erótica del sensacionalismo que puede acabar por destruirlos.

Estoy de acuerdo con el Consejo del Audiovisual de Cataluña, cuando define la telebasura como el conjunto de programas en los que confluyen "la vulneración de derechos fundamentales, la falta de consideración hacia los valores democráticos o cívicos, como por ejemplo, el desprecio de la dignidad que toda persona merece, el poco o ningún respeto a la vida privada o a la intimidad de las personas o la utilización de un lenguaje chillón, grosero e impúdico.

Todo esto se lleva a cabo con la intención de convertir en espectáculo la vida de determinados personajes que, generalmente, se prestan a ser manipulados a cambio de la celebridad que les da la televisión o a cambio de contraprestaciones económicas". En estos programas asistimos a insultos, violencia, enfrentamiento personal, agresiones a la intimidad, denigración de personas, sustitución del debate por los gritos con ese hablar a voces y todos a la vez… Desde luego, esta mal llamada forma de entretener, va en contra de los valores constitucionales  y por tanto es nuestro deber contribuir a que no se emitan bajo ningún concepto.

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