Representante de CDL Centro Democrático Liberal en Almería
La transición democrática, tras fallecer el dictador, nos devolvió y en gran parte amplió una serie de derechos fundamentales plasmados en la Constitución del 78, esta etapa de nuestra historia contemporánea, fue ejemplo a nivel internacional de concordia, dialogo y consenso. Las libertades y derechos que emanaron de aquel proceso transformaron en positivo a una sociedad que estancada en una cuneta observaba el avance de las sociedades occidentales, si bien este muy complicado proceso difícilmente puede resultar perfecto.
Aquella recién nacida democracia trajo bajo el brazo una seria de novedades importantes, este país, estaba desacostumbrado a la pluralidad de opciones y a la aparición repentina de partidos y coaliciones de diversos colores e ideologías, algunas de ellas ya desfasadas incluso para finales de los años 70 del pasado siglo. Con la primera contienda electoral llegó una importante criba, con ella integraciones o fusiones de unos partidos en otros.
La nueva democracia nos ''regaló'' una nueva clase social, la clase política, muy posiblemente, una de esas imperfecciones de aquella nueva era de la historia de España o mas en concreto una de las asignaturas pendientes es lo que ahora resulta legado de aquella época, ser político se convirtió y lo sigue siendo para algunos un medio de vida, mas que una vocación de trabajar por el bien de la sociedad.
Cada día, los medios de comunicación nos trasladan noticias de lo que esconden diversas personas que escudándose tras el carnet de uno u otro partido y aprovechándose de la confianza que el ciudadano cuando se convierte en elector, deposita en determinada opción política.
Es precisamente esa asignatura la que los partidos políticos deben aprobar mas pronto que tarde, mucho se habla de la regeneración democrática, si bien los hechos están muy por encima de las intenciones
Tratos de favor, enchufismo, financiación ilegal... Son términos a los que los ciudadanos nos hemos acostumbrado y a los que debemos poner fin, de hecho la opinión publica española tiene, según los sondeos de opinión, un pésimo concepto del político español.
Considerando que, a buen seguro la mayoría de los cargos políticos son dignos de ellos, precisamente es exigible a estos mismos que hagan un importante esfuerzo en hacer cambiar esta desafortunada tendencia a la negatividad con respecto a la imagen de la política española en general.
La aparición en escena de una tercera vía política seria y con una democracia interna real que consiga interponerse al bipartidismo y que advierta a este de esta desgraciada circunstancia va a hacer reaccionar a toda esa clase política en beneficio del bien común, por lo tanto la pluralidad de opciones, es altamente beneficiosa para la sociedad en general, en consecuencia la tercera vía es una necesidad imperiosa, nos ofrecerá otra visión, otra opción y un aviso a navegantes del que todos, incluso los partidos mayoritarios saldrán ganando, posiblemente una reforma del sistema electoral sería mas que conveniente.
Aquella recién nacida democracia trajo bajo el brazo una seria de novedades importantes, este país, estaba desacostumbrado a la pluralidad de opciones y a la aparición repentina de partidos y coaliciones de diversos colores e ideologías, algunas de ellas ya desfasadas incluso para finales de los años 70 del pasado siglo. Con la primera contienda electoral llegó una importante criba, con ella integraciones o fusiones de unos partidos en otros.
La nueva democracia nos ''regaló'' una nueva clase social, la clase política, muy posiblemente, una de esas imperfecciones de aquella nueva era de la historia de España o mas en concreto una de las asignaturas pendientes es lo que ahora resulta legado de aquella época, ser político se convirtió y lo sigue siendo para algunos un medio de vida, mas que una vocación de trabajar por el bien de la sociedad.
Cada día, los medios de comunicación nos trasladan noticias de lo que esconden diversas personas que escudándose tras el carnet de uno u otro partido y aprovechándose de la confianza que el ciudadano cuando se convierte en elector, deposita en determinada opción política.
Es precisamente esa asignatura la que los partidos políticos deben aprobar mas pronto que tarde, mucho se habla de la regeneración democrática, si bien los hechos están muy por encima de las intenciones
Tratos de favor, enchufismo, financiación ilegal... Son términos a los que los ciudadanos nos hemos acostumbrado y a los que debemos poner fin, de hecho la opinión publica española tiene, según los sondeos de opinión, un pésimo concepto del político español.
Considerando que, a buen seguro la mayoría de los cargos políticos son dignos de ellos, precisamente es exigible a estos mismos que hagan un importante esfuerzo en hacer cambiar esta desafortunada tendencia a la negatividad con respecto a la imagen de la política española en general.
La aparición en escena de una tercera vía política seria y con una democracia interna real que consiga interponerse al bipartidismo y que advierta a este de esta desgraciada circunstancia va a hacer reaccionar a toda esa clase política en beneficio del bien común, por lo tanto la pluralidad de opciones, es altamente beneficiosa para la sociedad en general, en consecuencia la tercera vía es una necesidad imperiosa, nos ofrecerá otra visión, otra opción y un aviso a navegantes del que todos, incluso los partidos mayoritarios saldrán ganando, posiblemente una reforma del sistema electoral sería mas que conveniente.
Es el momento de apostar por una nueva opción de centro político, los sondeos y la historia demuestran un buen concepto de su labor en el pasado, es además la opción que ha conseguido, salvo excepciones, ser esa tercera vía en países de nuestro entorno, este mensaje, ya ha calado en la gran mayoría de las sociedades avanzadas, la mayor parte de esos partidos en los países europeos se agrupan en el ELDR (Liberales, demócratas y reformistas europeos) consiguiendo ser la tercera fuerza en representación dentro del Euro Parlamento, esta alianza ha confiado en el Centro Democrático Liberal (CDL) como la el partido que les representa en España a nivel nacional, nos presentamos como la opción política de Centro Demócrata-Liberal nacida en y para el Siglo XXI.
Ahora como en aquellos tiempos de la transición ha llegado el momento de dejar de estar estancados en la cuneta y comenzar a rodar.
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