Lo que simbras... recoges

Soledad Martínez Pastor
Secretaria General de Juventudes Socialistas de Almería-capital

Uno de los topicazos más extendidos es que a los jóvenes solamente nos preocupa la diversión y el ocio. Por mucho que intentemos hacer entender que la definición más acertada de jóvenes de hoy en día es la de gente integrada y participativa, interesada por todo lo que nos rodea, los tópicos son tópicos y lo seguirán siendo. A mí, en particular, y a muchos de los amigos que me rodean nos preocupan el arte, la lectura, la música, el deporte, viajar y todo lo relacionado con los movimientos culturales que tenemos a nuestro alcance. Y todo hay que decirlo, dependiendo de dónde vivas, tendrás más o menos oportunidades.

Pero lo que más nos preocupa -a mí y a otros como yo- es la formación y la educación. También es un tópico decir eso de que ‘intento superarme cada día’, pero lo cierto es que intento aprovechar cada uno de los recursos que las administraciones ponen a mi alcance; en cierta medida me aprovecho de ella y, además, intento aprender día a día de las personas que me rodean, por eso de que siempre pueden aportar algún conocimiento.

Me preocupa mucho el empleo y en esta materia me consta que administraciones como la Junta de Andalucía han puesto toda la carne en el asador. Y lo crean o no -porque no en todos los medios se recogen todas las informaciones con igual interés-, nos ha creado un Plan de Empleo a la medida de los jóvenes.

La vivienda también me preocupa, y sólo en estos últimos años es cuando se ha creado hasta un registro de demandantes de vivienda adaptado a nuestras necesidades. El anterior no es que fuera peor, es que sencillamente no existía.

Sin embargo, hay algo que me preocupa de manera especial, y es que si no hacemos algo entre todos, yo no podré gozar de lo que hoy mis abuelos tienen a su alcance. Sí, hablo de mi pensión.

La reforma promovida por el Gobierno es necesaria, no para mis abuelos, que hoy disfrutan de su pensión, ni para mis padres, que la tienen asegurada. Si entre todos no ponemos de nuestra parte, alargamos la edad de jubilación e intentamos poner medidas correctoras cuando aún hay tiempo, tanto yo como el resto de personas de mi generación corremos el riesgo de quedarnos sin ella por algo tan barato y vacío como el populismo. La reforma es la que han pactado entre sindicatos, patronal y Gobierno y sí, con estos tres actores sobre el escenario me fío y creo que la película tiene asegurado un buen final.

Como se trata de nosotros, de ti que lees y de mí, somos nosotros quienes tenemos que tirar del carro y comprometernos. La cuestión no es que tengamos que trabajar dos años más, sino que por dos años de nuestra vida podemos hacer que nuestros hijos puedan disfrutar dignamente de lo que hoy disfrutan nuestros padres.

Cada persona que lea esto y que tenga un hijo de unos 30 años, como casi los tengo yo, podrá darse cuenta de lo importante que es para nosotros una reforma que nos garantice unas condiciones dignas de vejez, porque esa otra parte de la vida llega y ahora toca prepararse para ella.

Yo trabajo y asumo mi parte de responsabilidad, porque si algo me han enseñado mis mayores en esta vida es eso, que lo que siembras recoges. Yo siembro trabajo, esperanza, buen rollo, y espero obtener resultados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario