Juan Torrijos
Periodista
Ahora resulta que los señores del Pal, los mismos que han permitido por omisión, silencio o porque no se enteraban de lo que ocurría en el despacho del alcalde que en el Ayuntamiento de El Ejido se hayan perdido, desaparecido o volado en torno a trescientos millones de euros (euro arriba, euro abajo), esos mismos señores nos indican a través del portavoz, Pepe Añez, que ahora sí se van a convertir en duros vigilantes para que funcionen bien los servicios que tiene que ofrecer Elsur a los ciudadanos. ¡Bien por Añez!
Lo extraño, querido, es que mientras Juan Enciso se dedicaba a trabajar de “albañil” en uno de sus cortijos, junto a su hermano y un amigo (se merecen la medalla del trabajo al paleta por el “peaso” cortijo que levantaron entre sólo tres personas) no había quien vigilara el cortijo municipal en que habían convertido el Ayuntamiento ejidense. Seguro que si Pepe Añez y sus compañeros hubieran sido tan celosos vigilantes con lo que ocurría entonces en los aledaños de la empresa Elsur, no se habrían dado los casos de corrupción y conchabeo que hemos ido conociendo en los últimos diez o doce meses.
Poco, muy poco vigilantes estuvieron en aquellos años y eso que estaban cerca del despacho donde se gestaban tramas y tramillas. ¿Por qué será? Y ahora nos quiere convencer el señor Añez de que van a estar muy, pero que muy vigilantes. ¿Cómo nos podemos fiar de su vigilancia si ya fracasaron anteriormente en la labor de vigilar al presidente de Elsur (que miren por donde es el propio alcalde) y las historias con sus amigos? ¿Ahora sí van a vigilar a Elsur y a su presidente? ¿Nos lo creemos? ¿Y cómo lo van a hacer? Me encantaría que nos lo explicara. Mientras llega, más vale que sean los ciudadanos los que vigilen a estos señores que les rigen.
(http://www.lavozdealmeria.es)
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