Reirse del cáncer

Juan Enciso

Alcalde de El Ejido

 

Asombrado y con todo el dolor del mundo, compruebo hoy que la bajeza moral, el rencor más dañino, lleva a uno de sus colaboradores, Juan Torrijos, a reirse de las miles de personas que padecemos cáncer. Y todo por su fijación con mi persona. Ese colaborador viene utilizando su espacio de opinión, desde hace años, para arremeter contra mí, en todas las vertientes posibles: familiar, personal, política... En todos estos años lo ha hecho usando argumentos torticeros, verdades a medias, mentiras, falsedades y demagogia a raudales. En ningún momento de los más de cuatro años que lleva arremetiendo contra mí he respondido a ninguna de sus invectivas, por muy abyectas que fueran.

Pero hoy ha sobrepasado todos los límites al tomarse risa la caída de mi pelo, evidente a causa del tratamiento de quimioterapia que estoy a recibiendo. Su falta de valor humano es tal que su felonía la ha llevado a cabo en un día tan señalado como hoy, 4 de febrero, declarado Día Mundial de Lucha contra el Cáncer. Miles de personas sufren día a día las consecuencias de esta enfermedad, miles de almerienses tienen hoy que reprocharle a Torrijos su falta de humanidad.

¿Qué clase de persona con un mínimo de humanidad puede reirse del mal ajeno? ¿Qué clase de persona es capaz de tomarse a risa, o hacer chistes fáciles, tomando como blanco los efectos de una enfermedad tan cruel, que afecta a todos por igual y de la que no está libre ninguna familia?

Creo que Juan Torrijos ha demostrado hoy su bajo perfil humano, pues una fijación contra mí le ha llevado a reirse de los enfermos del cáncer porque se les cae el pelo. Ese tipo de comentarios dicen mucho de la nula calidad humana de quien los hace y merece la reprobación de toda la sociedad almeriense.