Rumasa

Emilio Ruiz
Director de La Cimbra

No sé si usted, lector, es uno de esos cinco mil españoles que han picado en el anzuelo de los Ruiz Mateos comprando pagarés de Nueva Rumasa. Si es así, perdóneme que le diga que no tiene perdón de Dios. Porque ha pecado de imprudente, por no decir de temerario. Mientras la mayoría de periódicos –alguno de ellos se ofrece junto a La Voz de Almería en los kioscos de Almería- han omitido alertar a sus lectores del riesgo que suponía esa inversión, anestesiados sin duda por los pingües beneficios que le reportaban las campañas publicitarias de los dichosos pagarés,  La Voz de Almería sí cumplió con su obligación. Y, para recordarlo, veamos el ejemplar del 25 de octubre de 2099. Ese día, esta columnilla se titulaba “Los pagarés de Nueva Rumasa”, y en ella se decían cosas que ahora no viene mal recordar:

“Ahora, los Ruiz Mateos sacan unos pagarés de empresa que rentan el 8 por ciento anual por una inversión mínima de 50.000 euros. Goloso, ¿no? Cualquier banco no nos da más de un 1,5 o un 2%, y ellos ¡un ocho! Van ya por la tercera emisión. Dicen que las otras dos se saldaron con un rotundo éxito de demanda. La pobre CNMV ya no sabe qué hacer para alertarnos del enorme riesgo que entrañan estas inversiones, pero la avaricia por el dinero rompe nuestro sentido”.

“Nueva Rumasa parece un holding empresarial, pero en realidad no lo es, no consolida sus cuentas. Si así fuera, si una empresa fuera mal, respondería otra, respondería el grupo. Las garantías de los nuevos pagarés se limitan a “¡las existencias de viejísimo brandy de jerez!” (los signos de exclamación son míos y el entrecomillado de ellos). Pobre garantía. Tampoco tienen, los dichos pagarés, salida en un mercado secundario (si en un momento determinado necesitáramos el dinero no habría nadie a quien vendérselos). Y, para colmo, el experto que ha valorado las existencias de brandy advierte ahora de que, si hubiera sabido que el fin iba a ser ése, los criterios de valoración habrían sido otros. Después, si el chiringuito se viene abajo, no vayamos al Zapatero de turno a que remedie nuestra avaricia. Como los de Forum. Que ya está bien, hombre”.

Fue, digo, el 25 de octubre de 2009. Pudimos decírselo más alto, pero no más claro.
(Publicado en La Voz de Almería)

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