Eugenio Gonzálvez
Alcalde de Gádor
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado recientemente que "para ganar las elecciones hay que merecerlo". Y razón no le falta, aunque debería saber también que para perder las elecciones también hay que merecerlo y no basta sólo con no ganar, y esto es algo que él se lo lleva ganando a pulso desde las Elecciones Generales de 2008.
Hay que tener poca vergüenza y ser valiente para pronunciar estas siete palabras en positivo, máxime cuando si hay algo que ZP no se merece es ganar las elecciones. No hace falta que les recuerde que bajo su presidencia del Gobierno, España se halla sumida en la peor crisis económica de su historia aún cuando el resto de los países de Europa, como Alemania, están logrando crear empleo a buen ritmo. Todo ello por la venda que se colocó en los ojos, que le impedía ver una crisis de la que el PP y todos los indicadores le avisaron, y que a fuerza de `tirones' le quitaron sus colegas europeos. Y es que mientras que la recuperación es una realidad en muchos países, en España hoy hay nada menos que 5 millones de personas en paro y más de 1,3 millones de familias que no perciben ni un solo euro de ingresos. Las nefastas políticas activas de empleo han hecho que España haya batido su 'máximo histórico' de paro y sea campeona a nivel europeo.
Un presidente del Gobierno que se llama socialista y que ha realizado los mayores recortes sociales de nuestra historia es un gobernante que se merece irse a su casa por donde vino. Zapatero ha restado poder adquisitivo a 8 millones de pensionistas congelándole los sueldos y subiendo los impuestos; a 4 millones de funcionarios a los que les ha reducido su sueldo en un 5%; y le ha quitado a miles de parados su los 420 euros con los que sus familias trataban de subsistir. Además, ha conseguido que todos los días sean fin de mes para los españoles.
Pero si hay algo que podemos recriminar a Zapatero es su improvisación y su facilidad para 'decir Diego donde dijo digo'. Y es que su facilidad para cambiar de decisión ha anulado totalmente la escasa confianza y seguridad jurídica que tenían los inversores extranjeros desde que llegó al poder.
En lugar de ayudar a los pequeños y medianos empresarios, que son los máximos generadores de empleo de nuestro país, él les ha puesto piedrecitas con una subida de impuestos y una reforma 'light' del mercado laboral. En lugar de fomentar el consumo, ha preferido restar poder adquisitivo al consumidor y así retraerlo.
Con este plantel, si hay algo que se merece ZP es perder las elecciones, primero las municipales y después las autonómicas y generales. Porque por desgracia Socialismo es antónimo de Bienestar.
Hay que tener poca vergüenza y ser valiente para pronunciar estas siete palabras en positivo, máxime cuando si hay algo que ZP no se merece es ganar las elecciones. No hace falta que les recuerde que bajo su presidencia del Gobierno, España se halla sumida en la peor crisis económica de su historia aún cuando el resto de los países de Europa, como Alemania, están logrando crear empleo a buen ritmo. Todo ello por la venda que se colocó en los ojos, que le impedía ver una crisis de la que el PP y todos los indicadores le avisaron, y que a fuerza de `tirones' le quitaron sus colegas europeos. Y es que mientras que la recuperación es una realidad en muchos países, en España hoy hay nada menos que 5 millones de personas en paro y más de 1,3 millones de familias que no perciben ni un solo euro de ingresos. Las nefastas políticas activas de empleo han hecho que España haya batido su 'máximo histórico' de paro y sea campeona a nivel europeo.
Un presidente del Gobierno que se llama socialista y que ha realizado los mayores recortes sociales de nuestra historia es un gobernante que se merece irse a su casa por donde vino. Zapatero ha restado poder adquisitivo a 8 millones de pensionistas congelándole los sueldos y subiendo los impuestos; a 4 millones de funcionarios a los que les ha reducido su sueldo en un 5%; y le ha quitado a miles de parados su los 420 euros con los que sus familias trataban de subsistir. Además, ha conseguido que todos los días sean fin de mes para los españoles.
Pero si hay algo que podemos recriminar a Zapatero es su improvisación y su facilidad para 'decir Diego donde dijo digo'. Y es que su facilidad para cambiar de decisión ha anulado totalmente la escasa confianza y seguridad jurídica que tenían los inversores extranjeros desde que llegó al poder.
En lugar de ayudar a los pequeños y medianos empresarios, que son los máximos generadores de empleo de nuestro país, él les ha puesto piedrecitas con una subida de impuestos y una reforma 'light' del mercado laboral. En lugar de fomentar el consumo, ha preferido restar poder adquisitivo al consumidor y así retraerlo.
Con este plantel, si hay algo que se merece ZP es perder las elecciones, primero las municipales y después las autonómicas y generales. Porque por desgracia Socialismo es antónimo de Bienestar.
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