Autovía con Málaga

Pedro Mena Enciso
Profesor de Historia

Mi artículo de hoy hace referencia a un tema ya cansino para todos los almerienses. Sí, queridos lectores, estamos hablando de la A-7, de esa autovía cuyo plazo de ejecución no tiene límites hasta convertirse en la historia interminable. Inconvenientes e ineptitudes de todo tipo han dilatado en el túnel del tiempo nuestra comunicación con una ciudad como Málaga, tan cercana en el mapa y tan lejana por culpa de la orografía.

Se suceden los años y las promesas electorales para desembocar como siempre en papel mojado. Así, llegamos a 2011 y leemos noticias como ésta: Fomento volverá a licitar el tramo de la A-7 "paralizado" cinco años después. Si repasamos la prensa de la última década podemos ver numerosas alusiones a esta historia jamás contada: En agosto de 2007 el periódico “La Opinión de Málaga” comentaba el citado tema en estos términos: “La autovía que unirá Málaga y Almería se retrasa hasta 2010. La vía rápida acumula demoras desde que se proyectó, hace diecisiete años”. El caso es que ni en las dos legislaturas del PP (1996-2004) ni en los siete años que lleva ya en el poder el PSOE se han podido terminar las obras de la autovía.

El periódico digital ”Málaga Hoy” recogía el pasado 11 de febrero la siguiente noticia: “Los obreros vuelven al tajo en la A-7. El tramo Puntalón-Carchuna fue adjudicado el 2 de febrero de 2006 y tenía un plazo de ejecución de 36 meses aunque quedó paralizado en agosto. El tramo Puntalón-Carchuna, de la Autovía del Mediterráneo, puede ostentar sin miramientos el título del más mediático del último año. Tras discrepancias en la fecha de pago entre Fomento y Acciona, el 30 de agosto de 2010 se procedió al tapiado de sus túneles, una imagen que capturó en ese mismo día Granada Hoy y que todos los medios de comunicación difundieron el 2 de septiembre. Era la instantánea más dura para los que estaban desesperados después de los múltiples atascos del verano, un jarro de agua fría para la Costa Tropical que espera desde hace años su ansiada autovía. Pronto se convirtió en el símbolo gráfico y palpable de que algo en la A-7 no funcionaba…”.

Es verdad que gran parte de los numerosos problemas de esta infraestructura se deben a la difícil orografía que ha de salvar su trazado, pero se han desperdiciado muchos años con proyectos que luego se retrasaban en su ejecución y llegamos a la situación actual en que el tramo fantasma entre Carchuna y Castell de Ferro no sólo sigue inactivo sino que compromete el futuro de la A-7 ya que, como el propio Ministro Blanco afirmaba este mismo mes, el citado tramo está pendiente de una nueva licitación cinco años después del procedimiento inicial. Es una pena que el Mediterráneo entero, desde Algeciras a Barcelona, esté pendiente de finalizar paralizado por apenas 7 kilómetros que entorpecen la conexión de Almería, Granada y Málaga por carretera hacia el Mare Nostrum. Sabemos que la autovía Granada-Motril fue por fin inaugurada en Mayo de 2009 tras nada menos que 20 años de proyecto. Esperemos que no ocurra lo mismo con lo que falta para acabar con esta pesadilla.

En definitiva, esta autovía debería estar terminada hace bastantes años pero cuando Almería está por medio (ya nos ocurrió con la A-92 que se retrasó 10 años con respecto al resto de Andalucía) las cosas de palacio van más despacio. Después de tanto tiempo creo que el año en que se terminen definitivamente las obras se podría declarar como Año Internacional de la Autovía Almería-Málaga.

1 comentario:

  1. Anónimo5/3/11 16:35

    Tienes toda la razón, la culpa sabemos todos de quién es, estos políticos no se merecen la ciudadanía tan disciplinada que tienen. Este verano seguiremos tardando lo mismo en ir a Málaga que a Valencia. De locos. Nos deberían de invitar a su inauguración en el 20...
    Laura Rguez-Carretero

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