José Luis Sánchez Teruel
Secretario de Infraestructuras del PSOE
La semana pasada se produjo una de esas situaciones que suelen ocurrir cuando un paracaidista se tira de un avión sin haber consultado antes el mapa con las características del terreno sobre el que va a aterrizar.
Aterrizaba en Almería Cristóbal Montoro -el coordinador de economía del Partido Popular a nivel nacional- para hacer campaña con varios candidatos de la derecha y lo hacía justo el día en que los periódicos publicaban la noticia de que el ayuntamiento de la capital tenía unas cuentas en 2010 con más ingresos que gastos, incluyendo foto del alcalde junto a una antigua caja de caudales.
El paracaidista lo vio claro y fácil; venía a apoyar a sus compañeros de partido, de cuyo trabajo en la provincia no tenía ni idea (ni de lo bueno ni de lo malo; no se había mirado el mapa) y para poner en valor la hoja de servicios y méritos de la derecha en la provincia no tuvo otra ocurrencia que poner a sus colegas como ejemplo de buenos gestores públicos, por el superávit del ayuntamiento de Almería, en un acto que contaba con la presencia del presidente del Partido Popular en la provincia (y actual alcalde de Roquetas de Mar) y de otros dirigentes locales de la derecha, quienes no tuvieron más remedio que tragar saliva y poner cara de póker, porque ellos sí que habían mirado el mapa y conocían a la perfección la importante deuda que tienen los ayuntamientos que gestionan en ésta y otras provincias.
Así que, sin darse cuenta, el Sr. Montoro les recetó clases particulares de buena gestión económica al alcalde de Roquetas, con una deuda reconocida de más de 52 millones de euros, a la que se podrían sumar los 20 millones de euros de deuda del ayuntamiento de Adra, los más de 11 millones de euros de deuda de Níjar o la deuda de El Ejido, provocada por gestores que son cuña de esta misma madera.
La verdad es que resulta sorprendente que su propio compañero les haya puesto en evidencia de esta manera. Pero lo realmente increíble es que, con tantas decisiones tomadas en estos años sobre el urbanismo de estos municipios, que tienen mucho valor en dinero, se hayan terminado beneficiando más los especuladores que los ciudadanos, en cuyo nombre y representación se ha actuado y a quienes a cambio sólo les han dejado las deudas.
Quizás sea a esto último a lo que quería referirse el Sr. Montoro al hablar de buenos gestores (de intereses), a la habilidad que tienen los gobiernos de derechas para tomar decisiones sobre lo que es de todos en beneficio de los intereses de unos pocos. Un buen ejemplo, sí, pero para NO imitar.
Aterrizaba en Almería Cristóbal Montoro -el coordinador de economía del Partido Popular a nivel nacional- para hacer campaña con varios candidatos de la derecha y lo hacía justo el día en que los periódicos publicaban la noticia de que el ayuntamiento de la capital tenía unas cuentas en 2010 con más ingresos que gastos, incluyendo foto del alcalde junto a una antigua caja de caudales.
El paracaidista lo vio claro y fácil; venía a apoyar a sus compañeros de partido, de cuyo trabajo en la provincia no tenía ni idea (ni de lo bueno ni de lo malo; no se había mirado el mapa) y para poner en valor la hoja de servicios y méritos de la derecha en la provincia no tuvo otra ocurrencia que poner a sus colegas como ejemplo de buenos gestores públicos, por el superávit del ayuntamiento de Almería, en un acto que contaba con la presencia del presidente del Partido Popular en la provincia (y actual alcalde de Roquetas de Mar) y de otros dirigentes locales de la derecha, quienes no tuvieron más remedio que tragar saliva y poner cara de póker, porque ellos sí que habían mirado el mapa y conocían a la perfección la importante deuda que tienen los ayuntamientos que gestionan en ésta y otras provincias.
Así que, sin darse cuenta, el Sr. Montoro les recetó clases particulares de buena gestión económica al alcalde de Roquetas, con una deuda reconocida de más de 52 millones de euros, a la que se podrían sumar los 20 millones de euros de deuda del ayuntamiento de Adra, los más de 11 millones de euros de deuda de Níjar o la deuda de El Ejido, provocada por gestores que son cuña de esta misma madera.
La verdad es que resulta sorprendente que su propio compañero les haya puesto en evidencia de esta manera. Pero lo realmente increíble es que, con tantas decisiones tomadas en estos años sobre el urbanismo de estos municipios, que tienen mucho valor en dinero, se hayan terminado beneficiando más los especuladores que los ciudadanos, en cuyo nombre y representación se ha actuado y a quienes a cambio sólo les han dejado las deudas.
Quizás sea a esto último a lo que quería referirse el Sr. Montoro al hablar de buenos gestores (de intereses), a la habilidad que tienen los gobiernos de derechas para tomar decisiones sobre lo que es de todos en beneficio de los intereses de unos pocos. Un buen ejemplo, sí, pero para NO imitar.
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