Cuestión de índices

Antonio J. Corrales
Director de La Gaceta Económica de Almería

Ayer se debatía en el Congreso, a propuesta del Partido Popular, el índice de la pobreza en España.  Según este indicador, España, con un 22,9%,  es el país de la Unión Europea con más índice de pobreza y  casi duplica la media europea situada 12,8%. Dentro del ranking nacional, Andalucía es la primera comunidad autónoma, con un 31%, seguida de la Región de Murcia con un 27,5%. La que tiene un índice más bajo es el País Vasco con un 13,3%. Para quien desconozca  el origen de estos datos,  la autoría del índice de la pobreza está entre el analista Arthur Melvin Okun y el economista Robert Barro. Este Índice se calcula como la suma de los índices de desempleo e inflación. Para ser realistas, este índice no es el usado por Naciones Unidas en la valoración del indicador social en los países en desarrollo; el utilizado por Naciones Unidas ha sido el Índice de la Pobreza.

Actualmente se desarrolla una versión mejorada denominada Índice de la Pobreza Multidimensional. Está elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD-ONU) en colaboración con la Oxford Poverty & Human Development Initiative (OPHI) de la Universidad de Oxford. Este índice, reconocido por todos los estados, sitúa España en la posición 20 del ranking de los mejores países para vivir en su edición 2010. El primer país de la lista es Noruega y el último Zimbabue. Este índice no valora exclusivamente la riqueza de un país o su miseria a través de la inflación y el desempleo, sino que utiliza 10 indicadores distintos agrupados en tres grupos:  salud, educación y niveles de vida. En el grupo de salud, se valora la nutrición y la mortalidad infantil. En el grupo de educación se valora los años de educación y la matriculación escolar. En el grupo niveles de vida se estudia el combustible para cocinar, el saneamiento, el agua, la electricidad, piso y bienes.

Estadísticamente, cualquier datos es bueno y malo en función de las comparaciones. El pensar que el Índice de Miseria actual es el mismo que en 1950 es dejarse llevar literalmente por el número y buscar la propagación mediática. A todos los datos de índice económico, a todos, hay que darles una importancia relativa, y deberíamos acogernos o darle un poco más de relevancia a aquellos que muestran cierto nivel científico para decir afirmaciones sobre su representatividad en la realidad. Esto no evita que el dato mostrado por el Índice de la Miseria nos invite a reflexionar.

Ya comenté anteriormente en este mismo lugar lo peligroso de la situación económica actual, la subida del desempleo y de los precios, provocados principalmente por la subida de los precios del petróleo; esta situación nos llevará a una situación muy peligrosa económicamente y con difícil solución a corto plazo: la estanflación.

Este índice es un fiel reflejo del nivel de estanflación que existe en España y en el conjunto de comunidades autónomas que la conforman. La estanflación es una situación económica, como la inflación y la deflación, pero, en mi humilde opinón, tiene atisbos de quedarse en España durante un largo tiempo.

La única salida, más o menos plausible, para mejorar nuestra económica se basa en la creación de industria, principalmente tecnológica, y especializarnos industrialmente en  ciertos sectores que hagan que nuestra economía se asiente en diversos pilares sostenibles. En caso de que esto ocurra, sus efectos no serán a corto plazo, sino que veremos sus primeros rayos de luz dentro de 15 o 20 años, más o menos el equivalente al tiempo que tardará el AVE en llegar a nuestra tierra.
(lagacetaeconomica.es)

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