El concejal de Tráfico

Iván Gómez
Periodista

Un extraño virus se ceba de lleno con los concejales de Tráfico y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Almería cuando se aproximan las elecciones. Ya pasó con el anterior, el entrañable José Juan Soria, una persona muy querida por buena parte de los agentes sociales de la ciudad, pero tremendamente desacertado en sus posicionamientos, algo que le hizo ser muy cuestionado por su propio equipo de gobierno, del que salió despedido al concluir la legislatura. Ahora es José Carlos Dopico el que se posiciona para hacer las maletas al ganarse el menoscabo de su alcalde, que ayer tuvo que retirar del orden del pleno el punto relativo a la ordenanza cívica elaborado por los técnicos del Área de Seguridad y Movilidad.

El primer edil tuvo que dar marcha atrás. Y es que una ordenanza cívica sin consenso adolece de civismo desde su nacimiento. Y no ha sido el único error de Dopico. En los últimos meses se ha empecinado con sorpresiva testarudez (no sé hasta qué punto podrá sacarle rédito electoral) en revertir una prestación conjunta del servicio de taxis con la comarca del Bajo Andarax para dentro de muy poco tener que retomarla conjuntamente con la Delegación de Obras Públicas y Transportes, aunque todo apunta a que no será el actual concejal el que reactive las negociaciones después de las elecciones. Por no hablar de su triste posicionamiento desde principios de año reiterando su intención se seguir formando parte del equipo de Luis Rogelio argumentando que hay proyectos iniciados que deberían tener continuidad. ¿En tráfico? ¿Qué actuaciones requieren que siga Dopico como concejal delegado? ¿Señalizar o cambiar la dirección de una calle? ¿La sincronización semafórica de la Rambla consistente en que todos los semáforos estén en rojo cuando más prisa tenemos? La ciudad lleva años sin un plan de movilidad sostenible y la situación de la circulación cada día es más caótica. Esas son las actuaciones municipales que deberían tener continuidad, pero ni siquiera se las han planteado.

Disparates aparte, la desconfianza del alcalde en la figura del concejal de Seguridad y Movilidad ha sido tal que en las dos últimas legislaturas ha tenido que asumir las competencias de la Policía Local. En lugar de delegar su gestión en el equipo de gobierno, ha querido supervisarla y tomar las decisiones con un contacto permanente con el superintendente Jorge Quesada, un colaborador directo con el que ha trabajado estrechamente desde su presidencia en la Diputación Provincial.

Los concejales de Tráfico suelen ser muy buenas personas, de gran acogida entre la ciudadanía, pero malos gestores, cuanto menos sorprendentes en algunas de sus decisiones. De hecho, tanto Dopico como Soria han sido los únicos capaces de cuestionar las órdenes del alcalde y su equipo de gobierno y el desenlace no será otro que el relevo. Todo apunta a que dejará de formar parte de la corporación y a que Luis Rogelio, si es reelegido por tercera vez como alcalde, se lo pensará mejor a la hora de designar al concejal de Tráfico.

4 comentarios:

  1. José Carlos Dopico ha estado cuatro años haciendo una mala gestión, solo bucando amistades en las asociaciones. Que se presente por el PAL.

    ResponderEliminar
  2. ESO QUE DIMITA Y SE VAYA A DAR LEVANTADITAS. POR EL PAL NO QUE REFUNDE EL GIAL.

    ResponderEliminar
  3. QUE SE MARCHE A TRABAJAR A LA CÁRCEL. JOSÉ CARLOS DOPICO FRADIQUE. COMO ES LEGIONARIO HONORIFICO QUE SE INTEGRE EN LA LEGIÓN DE SOLDADITO.

    ResponderEliminar
  4. Soy un vecino de la calle Fco. Piedra Cuadrado, y me moleta mucho que un coche con esta matricula AL 3291 AF, se psae la direccion prohibida, por ......., con lo que puede ocasionar un accidente, rogaria que los agentes municipales se personaran por esta calle, para poderlo comprobar. Muchas gracias

    ResponderEliminar