El partido

Kayros

Periodista

En donde menos se espera salta la liebre. Según informaba ayer este periódico, han dimitido varios miembros de la Gestora del Partido Popular de Carboneras. A partir de ahora el presidente será Salvador Alarcón, candidato popular para las próximas elecciones.

Si aparece aquí este individuo no es por su elección, ni siquiera por su falta de claridad ante las extrañas dimisiones de sus compañeros, sino por esta frase: “El partido y la Gestora, que fue quien lo votó, sigue estando al lado del candidato”. Y subrayo con lápiz rojo lo que sigue: “Lo importante, en definitiva, es el partido y no las personas”.

Atención al carácter decimonónico de la doctrina. Este aserto lo hubiera firmado Lenin en su momento más agudo de voluntarismo revolucionario. Lo que importa es el partido, es decir el instrumento. A finales del siglo XIX se vivió en toda Europa la efervescencia del maquinismo industrial. El progreso no podía concebirse sin las poleas y las ruedas dentadas que ponen en funcionamiento complejas factorías. Era muy fácil, pues, trasladar la metáfora hacia otros colectivos como el partido político, que a la postre, tal como se concebía entonces, no pasaba de ser un poderoso artefacto para alcanzar el poder. De aquí brota la doctrina de que lo fundamental es el partido y no las personas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que ya no vivimos en l8l2. En “Tiempos Modernos” el genial Charles Chaplin se rió de lo lindo de toda esta cacharrería histórica, y por lo que a los jóvenes respecta, algunas noticias tienen del Archipiélago Gulab y del hundimiento de la Unión Soviética. Se dirá que el Partido Popular está bien lejos de Lenin y que Carboneras no es precisamente el Krenlim. Aún así cuidado con las alcaldadas, sean del signo que sean, porque si caemos en la simpleza de que las urnas lo perdonan todo, entonces podemos pensar razonablemente que no se derribará El Algarrobico, que seguirá adelante el proyecto de Amat en las Salinas, que Camps seguirá como presidente de la Generalitat en Valencia y mil realizaciones más que aconsejan ganar primero las elecciones por encima de cualquier otra ética de urgencia. En cualquier caso, si antes es el partido que las personas, tenga en cuenta el Partido Popular que el mundo anda hoy bastante revuelto y que hasta los árabes se revelan contra la opresión de hace milenios.
(http://www.lavozdealmeria.es/)