Embargo

Kayros
Periodista

No es la primera vez ni será la última. El legado material de un gran poeta, un pintor, un músico queda luego tras la muerte del artista entre anónimos maniobreros del desahucio. No me interesa discutir ahora la justicia económica –este embolado lo dejo para herederos, abogados y autoridades del patrimonio-. En este momento en que se está discutiendo en los medios la función social del creador me llena de pena la visión del legado de Padilla en manos de prestamistas que desean recobrar su dinero y a quienes seguramente no les falta razón según derecho.

Pero hay aquí como otra clase de injusticia mucho más honda y es que mientras el creador suelta su canción libérrima a la manera de los pájaros en primavera, alrededor del artista huronea una tropa de logreros que inventan lo que no está escrito para quedarse con sus frutos. ¡A cuánta gente no habrá hecho feliz la música de José Padilla! Recordemos, así de pasada, el cuadro juvenil de rondadores en la ‘Estudiantina Portuguesa’, la floral, alegre y amorosa ‘Valencia’, la humilde ofrenda para la felicidad de la ‘Violetera’ “madrileña”, ramito baratísimo “que no vale más que un real” y, en fin, como colofón, el recuerdo de una tarde de toros con un relicario para el pie de la amada que pisa con garbo. Son notas tan entrañables, tan metidas en el hondón del imaginario colectivo de los españoles que sería imposible ya desprendernos de ellas.

Ahora bien, el embargo de los bienes se mueve en otro horizonte algo más grosero. Por lo que se ve, la sobrina nieta de Padilla, guardadora de la memoría inmortal, solicitó un préstamo privado aportando como aval el inmueble donde está instalada la Casa Museo. Los doscientos y pico mil euros iniciales más los intereses se han puesto ya en un millón ochenta mil euros. Claro, una Casa Museo no es una máquina tragaperras. Y ahora llega el camión gris del embargo llevándose hasta el piano. Hay otros museos en la misma situación. No parece que esté clara la legislación museística para saber qué aportaciones debe sufragar el Estado y qué obligaciones tienen sus fundadores. Porque si todo el papeleo queda entre listillos que saben aprovecharse de la situación, apaga y vámonos.
(http://www.lavozdealmeria.es/vernoticia.asp?IdNoticia=9415&IdSeccion=9)

No hay comentarios:

Publicar un comentario