Antonio J. Corrales
Director de La Gaceta Económica de Almería
El pasado viernes el Consejero de Economía, Manolo Recio, inauguraba oficialmente el CADE de la Cámara de Comercio y el Ayuntamiento de Huercal de Almería. Para aquellos que lo desconozcan CADE es el acrónimo de “Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial", gestionado a través de Andalucía Emprende, un instrumento de la Junta de Andalucía puesto al servicio de las personas emprendedoras y empresas de nuestra comunidad. En Andalucía Emprende se ha impulsado desde el año 1.999 la creación de más de 11.000 nuevas empresas, que han generado más de 20.000 empleos estables y una inversión cercana a los 400 millones de euros a nivel de Andalucía.
Pero todo este apoyo logístico, de personas, de estudios de sectores emergentes y demás elementos para iniciar la actividad, puede verse truncado por la excesiva burocracia de nuestra legislación vigente a la hora de constituir una sociedad mercantil. Aunque ya el Ayuntamiento de Almería permite la creación de empresas en 48 horas y existen diversas alternativas para la creación de empresas de manera rápida a través de otros organismos, eso sí limitando a los socios y socias de las sociedades a acogerse a estatutos estandarizados y con poco margen de adaptación, el Banco Mundial ha presentado su ránking de países donde es más fácil abrir un negocio, situando a España en la posición 49 de 183 de países.
Según este ranking, en España se tarda 47 días de media en abrir un nuevo negocio, sin entrar en el coste necesario para su apertura entre gran multitud de impuestos de todas las administraciones públicas existentes, siendo los impuestos el primer gran coste en la creación de una empresa. Si en países como Francia son 7 días, Reino Unido en 13 días y sólo 6 en Italia, ¿por qué en España tanto tiempo?
No voy hablar del fomento de la creación de empresas que se inculca en todos los niveles en la educación norteamericana, que provoca la apertura de más de 500.000 empresas al año, sino que una de las opciones que se oferta siempre a las personas desempleadas es la creación de empresas. Ver una oportunidad comercial, la posibilidad de desarrollar un nicho de mercado, por parte de una persona en desempleo, e intentar aprovecharla es sinónimo de enfrentamiento a un vericueto legal y normativo que, si no es una idea o proyecto fuerte, puede provocar su extinción antes de estar totalmente constituida.
Por lo tanto, la modificación legislativa en la creación y constitución de empresas, la utilización adecuada de las tecnologías de la información para la reducción de los plazos de tiempo, permitirá que muchas personas creen su propio negocio ante una oportunidad de mercado y permitirles una rápida puesta en marcha. Esta modificación, más las facilidades existente a empresas que están comenzando, como son los CADES, permitirán que las empresas en España puedan crecer, desarrollar economía sostenible, demandar empleo y, de esta manera, resurgir de las cenizas de la actual crisis.
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