Iniciativa, laboriosidad, sacrificio

Luis Caparrós Mirón

Secretario General del PSOE de Purchena

Exdelegado provincial de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía

Todo está cambiando. O, mejor dicho, todo ha cambiado. Nada se parece a las vivencias anteriores. Una nueva sociedad en un nuevo tiempo. Es obvio y lógicamente así debe ser. Pero no es menos cierto que hay una gran merma de ingenio, agudeza e iniciativa para sobreponerse ante las adversidades y dificultades.

Siempre se ha dicho que únicamente se valora aquello que se consigue con trabajo y sacrificio. Se valora, se respeta, se cuída y se defiende. No se borra de nuestras mentes. Nada alcanzado con sacrificio puede morir porque no se olvida. Son principios, valores y sentimientos prendidos en lo más profundo del alma. No siempre es fácil medir, cuantificar y poner precio a esos bienes alcanzados desde el sacrificio y la lucha. Sean bienes tangibles o intangibles. Educar y fomentar ese espíritu está presente en las familias y sociedades altamente responsables de su propio futuro y destino.

Aquí en España tenemos un buen ejemplo: no ha sido nada fácil lograr esas cotas de convivencia y tolerancia de las que disfrutamos. O lo que significa compartir entre todos los beneficios del estado del bienestar. Y no es algo que nos hayan regalado o tocado en un sorteo. Es el fruto de una lucha, de un trabajo y un sacrificio de toda una sociedad y todo un pueblo.

A veces se olvida, por parte de muchos y muchas, el sacrificio de lo vivido para llegar hoy a disfrutar de estos logros. Seguro que poco hemos reflexionado sobre esos cambios profundos y el origen de los mismos, Y es ahí donde entiendo que hay que trabajar con más dedicación y perseverancia, no para comprar voluntades, ni mucho menos, sino para fomentar proyectos nuevos que, desde la participación  y laboriosidad de la gente, cultiven estos valores y la cultura del emprendedor.

Es verdad que ahora, tanto desde la iniciativa pública como de la privada, se está incentivando y potenciando todo lo que significa Investigación-Desarrollo-Innovación. Pero esto no es suficiente, entre otras razones, porque sólo se da en una minoría. Hay que formar, educar y enseñar en la búsqueda de las oportunidades. Las oportunidades están ahí y, por consiguiente, hay que buscarlas y no esperar a que lleguen a nosotros. Porque seguro que con la espera no llegarán.

Es aquí donde tenemos que concentrar parte de nuestro esfuerzo en materia de empleo desde la política. Es verdad que hay que paliar las dificultades de las familias que se quedan sin trabajo, pero de ninguna de las maneras puede ser un fin en sí mismo. Me explico: se ponen en marcha muchos talleres de empleo y escuelas taller. Se cobra un sueldo durante un tiempo, se recibe una formación... pero, y ¿después qué? Es ahí donde la política debe buscar respuesta y una oportunidad de creación de empleo estable a través de iniciativas viables y rentables. ¿De qué sirve realizar un taller de empleo en jardinería si más tarde no tiene continuidad que desemboque en una cooperativa o empresa en materia de jardinería?

La política no puede ser sólo resolver lo inmediato para salir del paso. La política es también buscar desde la imaginación iniciativas innovadoras, es arriesgar sin temor a equivocarse, es localizar experiencias nuevas puestas en marcha y transportarlas a nuestro territorio. Es crear compromiso y responsabilidad entre la población en edad de trabajar, es educar a arriesgar y a dar un paso adelante entre nuestros jóvenes. La política es implantar nuevas medidas asentadas en los recursos y potencialidades de un territorio. La política es facilitar, colaborar y exigir la búsqueda de nuevas oportunidades en el territorio que habitamos y compartimos.

Los alcaldes saben muy bien de lo que hablo porque permanentemente están buscando nuevas oportunidades para su pueblo y muchos de ellos están sentando las bases de nuevas iniciativas a través de encargos a universidades de Planes Estratégicos de Desarrollo. Planes que analicen e investiguen todas las potencialidades del territorio y el municipio. Desde sus recursos naturales y su puesta en valor como todo aquello ligado al legado cultural, histórico y antropológico. Naturaleza-territorio-civilización-actividades productivas. Es la política de la planificación desde la investigación en las potencialidades de un territorio y una comarca que haga posible nuevos micromodelos productivos de yacimientos de empleo sostenible y estable. En definitiva, la diversificación económica que evite la dependencia de una sola actividad,  como es el mármol, por poner como ejemplo el del Almanzora.

Es la política de lo difícil la que marca un antes y un después, la política de las iniciativas arriesgadas, la de la singularidad y nuevas experiencias. La de la participación y la cooperación. La política que enamora y engancha a sus gentes desde las pequeñas cosas que desembocan, con el tiempo, en grandes proyectos transformadores de la realidad social de una población. Esa política que fortalece la autoestima de sus vecinos y que eleva la voluntad  y la iniciativa emprendedora haciéndonos dueños de nuestro propio destino.

La política de la búsqueda permanente e irrenunciable  de la honestidad y la honradez, de inflexibilidad de las medidas contra la corrupción. Esa política que hace crecer permanentemente la credibilidad de los que la hacen y de las instituciones. La política de la pedagogía en el modelo de valores de trabajo, sacrificio y riesgo frente al modelo de la especulación y el enriquecimiento fácil e improductivo.

No sabemos nunca cuál en realidad es el camino correcto que debemos seguir o elegir. Lo único que sabemos es que seguimos adelante aún cuando estamos inseguros de lo que sucederá en nuestras vidas.