Javier Salvador
Director de Teleprensa
He prometido que no escribiré con demasiada frecuencia sobre temas muy locales de Almería porque nuestros lectores de otros lugares se aburren con ello, quieren temas más generales, que demos opinión sobre cuestiones andaluzas o españolas, y vamos a intentarlo. Para quienes no lo sepan, nos estamos globalizando y nuestra sorpresa ha sido que funciona. Nos leen desde 130 países, y eso está bien, hasta es divertido, pero el mejor dato que podemos dar es que desde hace unas semanas nos hemos asentado en las 115.000 páginas leídas al día, y esas son un montón de páginas, así que tenemos que adaptarnos a esos nuevos lectores.
Pero como este periódico nació en Almería y es el lugar que mejor conozco, hay una historia que tengo que contarles a mis paisanos y que también puede servir en otras provincias. Verán, el PP en Almería es el único partido que en pocos años ha sufrido dos escisiones. Una se llamaba GIAL y otra PAL. La segunda sigue, pero la primera ha vuelto al PP después de casi ocho años de divorcio. Cuando se presentaron por primera vez a las elecciones sacaron cinco concejales y en las segundas se quedaron sólo con dos, pero en ambas ocasiones fueron llave de gobierno, es decir, que el PP se vio obligado a tragar y pactar con ellos.
El PP, con GIAL otra vez en sus filas, anunciaba que iba a sacar 17 concejales en Almería capital, es decir, una mayoría absoluta muy sobrada, pero le ha salido una piedra en el camino. Durante los últimos años un grupo de almerienses han generado algo llamado Foro Ciudad de Almería. Les han tenido en cuenta en muchas ocasiones, pero son pocas en las que realmente han convertido en hechos las peticiones realizadas desde este grupo de cabezas pensantes.
Ahora, a cuatro días de las elecciones, esas personas que se supone representan las inquietudes de todos los barrios, de gentes de todos los colores políticos, van y tienen la idea de generar una lista electoral que competirá con PP, PSOE e IU. Lo gracioso es que entre las filas de esta nueva coalición vecinal hay rebotados de todos los partidos, pero lo que tiene asustado al PP es que podría quitarle votos en lugares clave.
Es decir, que si el PP pensaba tener 17 concejales, lógicamente a quienes se los van a quitar es a ellos, porque aquellos que no van a votar al PSOE mientras Zapatero y Griñán sigan en primera línea, van a encontrar un partido refugio al que acudir. Eso, por el momento, equilibra la balanza, porque el PP no esperaba sacar más votos, sino que contaba que sumasen más los que obtiene tradicionalmente y aprovecharse de la abstención.
Pero el experimento de Almería puede servir para mucho más, porque ahora sí que es verdad que descubriremos el valor real de las organizaciones vecinales. Personalmente creo que se las ha sobrevalorado durante todos estos años, y que entre todas no suman más de 50 personas comprometidas con los barrios. Durante mucho tiempo han sido el trampolín para hacerse concejal, porque a sus presidentes se les presuponía cierto liderazgo en sus barrios, pero yo nunca me lo he creído.
Ahora bien, veremos lo que pasa en Almería con esta plataforma que lidera, nada menos, que un Cassinello, apellido de cierto abolengo en la ciudad y muy ligado a la derecha tradicional. Pero no se lo pierdan, que a su izquierda, y nunca mejor dicho, se sienta Javier Ayestarán, un nombre histórico en la izquierda almeriense, en la lucha social.
Particularmente les voy a dar un voto de confianza, porque si realmente tienen fuerza suficiente -huevos que diríamos en un lenguaje coloquial-, se puede armar un buen lío y veríamos nacer un nuevo GIAL, es decir, un partido bisagra que otorga y quita mayorías. Ahora bien, ¿con quién pactarían, con el PP o el PSOE? Obtener hasta cinco concejales en su primera aparición no es algo inusual en Almería.
(www.teleprensa.es)
Pero el experimento de Almería puede servir para mucho más, porque ahora sí que es verdad que descubriremos el valor real de las organizaciones vecinales. Personalmente creo que se las ha sobrevalorado durante todos estos años, y que entre todas no suman más de 50 personas comprometidas con los barrios. Durante mucho tiempo han sido el trampolín para hacerse concejal, porque a sus presidentes se les presuponía cierto liderazgo en sus barrios, pero yo nunca me lo he creído.
Ahora bien, veremos lo que pasa en Almería con esta plataforma que lidera, nada menos, que un Cassinello, apellido de cierto abolengo en la ciudad y muy ligado a la derecha tradicional. Pero no se lo pierdan, que a su izquierda, y nunca mejor dicho, se sienta Javier Ayestarán, un nombre histórico en la izquierda almeriense, en la lucha social.
Particularmente les voy a dar un voto de confianza, porque si realmente tienen fuerza suficiente -huevos que diríamos en un lenguaje coloquial-, se puede armar un buen lío y veríamos nacer un nuevo GIAL, es decir, un partido bisagra que otorga y quita mayorías. Ahora bien, ¿con quién pactarían, con el PP o el PSOE? Obtener hasta cinco concejales en su primera aparición no es algo inusual en Almería.
(www.teleprensa.es)
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