No solo las bombillas, también el gobierno

Javier Aureliano García
Secretario Provincial del Partido Popular

El gobierno socialista sigue gobernando a golpe de improvisación y propone medidas que no son ni prioritarias ni positivas. Y no son medidas meditadas ni sosegadas, sino fruto de la urgencia y las prisas. El propio Rubalcaba reconocía al presentar la medida de los 110 km/h que había tenido que improvisar las propuestas mientras iba camino de la rueda de prensa en la que se estaban presentando. Y lo peor es que todas estas ocurrencias no sirven para el fin que están destinadas, sino que además acabarán acabarán resultando una carga económica más en tiempos de crisis. Por ejemplo, ir de Almería a Madrid a 110 km/h ahorra apenas dos euros y alarga casi una hora el viaje. Otras fuentes no gubernamentales señalan que el coste de los retrasos en los desplazamientos será cinco veces superior al ahorro energético.

Lamentablemente, los socialistas no escarmientan a la hora de derrochar el dinero de todos los españoles en iniciativas cuestionables. Por ejemplo, el gobierno socialista se gastó 64 millones de euros en promocionar y enviar bombillas hasta el pasado mes de diciembre, pero tres años después de anunciar la medida, todavía hay bombillas en las oficinas de Correos.

Es evidente que los españoles no necesitan tanto cambiar las bombillas o los neumáticos como cambiar ya de Gobierno. Sobre todo porque no es decente ni ético que al mismo tiempo que se prohíbe circular a los españoles a más de 110Km/h., Zapatero derroche 20.000 litros de combustible para dormir en su casa después de viajar de Abu Dhabi a Túnez, pasando por Madrid, para dormir en casa, haciendo 2.500 km innecesarios y un gran derroche energético. Lo mismo que hace Griñán cuando viene a Almería en jet privado. Es decir que usted y yo debemos bajar el pie del acelerador so pena de recibir una multa mientras que los socialistas puede disfrutar de barra libre de gasolina para pasar la noche con su mujer o cortar una cinta. No quisiera imaginar la de cosas que estarían diciendo los socialistas si esa chulería la llega a perpetrar un presidente del Partido Popular.

Por otra parte, hay que decir buena parte de todas estas iniciativas, que se articulan apresurada y atropelladamente ahora, ya estaban en marcha en Almería. Es decir, que improvisan mal y a destiempo. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Almería emprendió hace años un ambicioso plan de optimización de recursos y ahorro energético que ahorra a las arcas municipales en torno a los 600.000 euros anuales y evitar la emisión de más de 3.000 toneladas de CO2 a la atmósfera. Y no fue una idea que se le ocurriera al alcalde en un rato en el camino de una rueda de prensa, sino la labor concienzuda de los técnicos municipales. Estas medidas se centran en tres puntos fundamentales: alumbrado público, consumo en edificio públicos y sistema de presión en la red de agua potable y de saneamiento, eliminando costes energéticos innecesarios, optimizando los recursos, implantando y sustituyendo tecnologías energéticas obsoletas por otras de nueva generación y promoviendo el uso racional de la energía tanto entre los propios trabajadores municipales como en el resto de ciudadanos. Entre estas medidas figuran la realización de un pliego energético para el Ayuntamiento, de un programa para la optimización de la facturación eléctrica y nuevas acometidas, la redacción de una ordenanza municipal sobre alumbrado exterior, tanto público como privado, la instalación de reguladores de flujo en la cabecera de línea en las instalaciones de alumbrado público, la elaboración de proyectos de alumbrado público para la sustitución de luminarias y equipos obsoletos, o la redacción de un pliego para el aprovechamiento de las cubiertas de los inmuebles municipales para la producción de energía solar e instalación de semáforos de leds.

Esto es, a mi juicio, hacer gestión. Lo de Zapatero y compañía no es más que hacer titulares con improvisaciones y ocurrencias.

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