Macarena Ruiz Esquinas
La Opinión de Almería
“No se tú, pero yo no dejo de pensar, ni un minuto me logro despojar de tus besos, de tus abrazos, de lo bien que la pasamos, la otra vez... no se tú, pero yo quisiera repetir el cansancio que me hiciste sentir o la noche que me diste y el momento que con besos construiste...”.
Así comienza la canción “No sé tú” del cantante Luis Miguel y este texto dedicado a Rafael Ballesteros. ¿Por qué esta canción?, ¿alguna razón especial? Creo que no. Es simplemente la emoción de sentir su melancolía y nostalgia al crear sus poemas, leídos ayer en el Museo Arqueológico de Almería, en colaboración con el Centro Andaluz de las Letras, que proporcionó al público algunos de los poemas del autor, presentado por el escritor y filólogo Miguel Naveros.
Según Rafael, el calor que transmite la poesía no lo transmite ningún otro género humano, ninguno tiene la intensidad que provoca la emoción de unos versos dulces, llenos de emotividad, se trate de poesía libre o no. Es pasión, es intensidad emocional, es llegar al corazón de las personas y hacerles sentir lo que tú sentiste en ese momento, es este caso, el recuerdo de la juventud robada por el tiempo que pasa para todos por igual y Ballesteros ha querido recogerlo mediante la palabra unida siempre a las emociones. Es realidad la poesía, es desnudar el mar de sentimientos que duerme en nuestro interior, el alma joven que sigue en nosotros, desde la infancia hasta el hoy y ver una vida que nos revela, que nuestra existencia ha tenido un significado para el mundo. Un mundo que sin amor sería como un libro en blanco en el que nada y nadie sería feliz, pero al escribir en él, vuelve la vida a tener sentido.
Poesía para emocionar y letras para enamorarse de nuevo y renacer, sea cual sea la edad. Así lo siente Rafael y toda la Humanidad.
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