José Luis Sánchez Teruel
Secretario de Infraestructuras del PSOE
En Roquetas de Mar, su pueblo, han calificado de 'trilero' al presidente del Partido Popular de Almería, tras la rueda de prensa que ha convocado esta semana, de manera urgente, para anunciar que paralizaba la aprobación definitiva de la reparcelación de Las Salinas.
A la vista de lo manifestado en estos días por el Sr. Amat, hay motivos como para no fiarse, ya que lo que hace su ayuntamiento es suspender la aprobación definitiva de la reparcelación hasta que esté terminada la tramitación del expediente. Un verdadero insulto a la inteligencia de sus vecinos, porque todo el mundo sabe que cualquier expediente administrativo debe tramitarse en todas sus fases y reunir todos los papeles e informes pertinentes antes de su aprobación.
Verán, raro es que el Sr. Amat se meta en este asunto con las elecciones a la vuelta de la esquina. Más extraño resulta que no haya tenido en cuenta las manifestaciones de sus vecinos -en las que le piden que deje la reparcelación para otro momento-, que siga adelante diciendo que no tiene intereses allí -cuando es de sobra conocida la presencia de miembros de su familia en negocios urbanísticos, ¡vaya casualidad!- y que anuncie a bombo y platillo que paraliza la reparcelación, cuando en realidad continúa con su tramitación.
Llama poderosamente la atención que el presidente del PP haya dedicado gran parte de sus palabras para defender a miembros de su familia de las voces de los manifestantes -"Si mi sobrino tuviese algo en Las Salinas, ¿se lo ha quitado a alguien?"; "Por ser sobrino del alcalde ¿no puede tener nada allí?"- y, aunque en ciertos momentos le ha fallado la memoria -"a mi sobrino creo que no le queda ninguna propiedad allí y es que ni lo sé ni me importa"-, rápidamente la recupera para hablar de dinero -"ha vendido a Colonial y por cierto no lo ha cobrado todo"-. Está claro: tienen intereses en Las Salinas y el alcalde los conoce. Que públicamente haya dicho lo contrario es motivo suficiente para no fiarse. Para que los vecinos recuperen la confianza en el Sr. Amat éste debería explicarles públicamente qué tiene o ha tenido su familia allí, cuánto vendieron a Colonial, cómo, por cuánto, en qué condiciones y, sobre todo, si el precio final a pagar por dicha empresa se condicionaba a algo en lo que el ayuntamiento tiene mucho que decir.
A la vista de lo manifestado en estos días por el Sr. Amat, hay motivos como para no fiarse, ya que lo que hace su ayuntamiento es suspender la aprobación definitiva de la reparcelación hasta que esté terminada la tramitación del expediente. Un verdadero insulto a la inteligencia de sus vecinos, porque todo el mundo sabe que cualquier expediente administrativo debe tramitarse en todas sus fases y reunir todos los papeles e informes pertinentes antes de su aprobación.
Verán, raro es que el Sr. Amat se meta en este asunto con las elecciones a la vuelta de la esquina. Más extraño resulta que no haya tenido en cuenta las manifestaciones de sus vecinos -en las que le piden que deje la reparcelación para otro momento-, que siga adelante diciendo que no tiene intereses allí -cuando es de sobra conocida la presencia de miembros de su familia en negocios urbanísticos, ¡vaya casualidad!- y que anuncie a bombo y platillo que paraliza la reparcelación, cuando en realidad continúa con su tramitación.
Llama poderosamente la atención que el presidente del PP haya dedicado gran parte de sus palabras para defender a miembros de su familia de las voces de los manifestantes -"Si mi sobrino tuviese algo en Las Salinas, ¿se lo ha quitado a alguien?"; "Por ser sobrino del alcalde ¿no puede tener nada allí?"- y, aunque en ciertos momentos le ha fallado la memoria -"a mi sobrino creo que no le queda ninguna propiedad allí y es que ni lo sé ni me importa"-, rápidamente la recupera para hablar de dinero -"ha vendido a Colonial y por cierto no lo ha cobrado todo"-. Está claro: tienen intereses en Las Salinas y el alcalde los conoce. Que públicamente haya dicho lo contrario es motivo suficiente para no fiarse. Para que los vecinos recuperen la confianza en el Sr. Amat éste debería explicarles públicamente qué tiene o ha tenido su familia allí, cuánto vendieron a Colonial, cómo, por cuánto, en qué condiciones y, sobre todo, si el precio final a pagar por dicha empresa se condicionaba a algo en lo que el ayuntamiento tiene mucho que decir.
Claro que, de todo esto, el alcalde no sabrá nada de nada, pese a generar tanta desconfianza, que es muy fácil de eliminar dando explicaciones a los vecinos, llevando el asunto de Las Salinas a un pleno, acordando dejarlo para otro momento -procediendo a su archivo- y tranquilizando así a los afectados quienes es normal que piensen que, si no lo hace, es porque aquí hay tomate.
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