Juan A. Segura Vizcaíno
Secretario de Política Institucional del PSOE
Muchos lo sospechábamos, pero lo que creo que nadie esperaba era que el PP confesara sus oscuros planes. Cierto es que había indicios de que la campaña 'popular' de cara a las próximas elecciones municipales iba a intentar poner el foco de atención en las cuestiones nacionales, con la ilusión de pescar votos a cuenta de la crisis económica que afecta a Europa. Lo que personalmente no esperaba, sin embargo, era que el PP tuviera el descaro de confesar abiertamente su torticera estrategia.
En su visita a la provincia de Almería, este mismo jueves, el eurodiputado del PP Carlos Iturgaiz lo confesó sin pelos en la lengua. En el acto organizado en Pechina, dijo que los comicios locales debían servir para dar un "toque de atención" a Rodríguez Zapatero. Una frase que pronunció sin despeinarse, intentando minimizar la gravedad de lo dicho.
Nadie que albergue un mínimo respeto por nuestro sistema electoral (en general) y por los electores (en particular), podría firmar esas palabras. No podría hacerlo, primero, porque suponen una burla al espíritu de las elecciones municipales, en las que se vota a los concejales que gobernarán nuestros pueblos y ciudades durante el nada desdeñable periodo de cuatro años. La estrategia del PP de intentar distraer al votante supone una falta de respeto hacia las competencias que tienen atribuidos nuestros Gobiernos locales y hacia aquellos que trabajan incansablemente por mejorar la vida en los municipios desde sus puestos de responsabilidad pública.
Pero, sobre todo, el intento del PP de 'engañar' a los votantes, haciéndoles mirar para donde ahora no toca, demuestra bien a las claras el concepto que tienen de los ciudadanos: ni rastro de respeto por aquellos en los que de verdad reside el poder.
Puestos a pescar en río revuelto, a los 'populares' no les importa tampoco contradecirse. Como si los votantes, además de ingenuos, no tuvieran memoria. El próximo año, como ha ocurrido siempre que ha habido elecciones autonómicas en Andalucía, el Partido Popular volverá a quejarse de que coincidan con unas elecciones generales. Dirán que es necesario separarlas, porque les resulta muy difícil explicar a la vez sus propuestas para los dos gobiernos que se eligen.
Sinceramente, creo que a los 'populares' se les terminarían muchos problemas si dejaran de tratar al votante como si fuera un ser sin inteligencia. Ni es imposible explicar dos programas de trabajo a la vez, ni es legítimo intentar confundir al ciudadano, diciéndole que es a Zapatero a quien le estaremos dando nuestro voto el próximo 22 de mayo. Las próximas elecciones, aunque a algunos les pese, son municipales.
En su visita a la provincia de Almería, este mismo jueves, el eurodiputado del PP Carlos Iturgaiz lo confesó sin pelos en la lengua. En el acto organizado en Pechina, dijo que los comicios locales debían servir para dar un "toque de atención" a Rodríguez Zapatero. Una frase que pronunció sin despeinarse, intentando minimizar la gravedad de lo dicho.
Nadie que albergue un mínimo respeto por nuestro sistema electoral (en general) y por los electores (en particular), podría firmar esas palabras. No podría hacerlo, primero, porque suponen una burla al espíritu de las elecciones municipales, en las que se vota a los concejales que gobernarán nuestros pueblos y ciudades durante el nada desdeñable periodo de cuatro años. La estrategia del PP de intentar distraer al votante supone una falta de respeto hacia las competencias que tienen atribuidos nuestros Gobiernos locales y hacia aquellos que trabajan incansablemente por mejorar la vida en los municipios desde sus puestos de responsabilidad pública.
Pero, sobre todo, el intento del PP de 'engañar' a los votantes, haciéndoles mirar para donde ahora no toca, demuestra bien a las claras el concepto que tienen de los ciudadanos: ni rastro de respeto por aquellos en los que de verdad reside el poder.
Puestos a pescar en río revuelto, a los 'populares' no les importa tampoco contradecirse. Como si los votantes, además de ingenuos, no tuvieran memoria. El próximo año, como ha ocurrido siempre que ha habido elecciones autonómicas en Andalucía, el Partido Popular volverá a quejarse de que coincidan con unas elecciones generales. Dirán que es necesario separarlas, porque les resulta muy difícil explicar a la vez sus propuestas para los dos gobiernos que se eligen.
Sinceramente, creo que a los 'populares' se les terminarían muchos problemas si dejaran de tratar al votante como si fuera un ser sin inteligencia. Ni es imposible explicar dos programas de trabajo a la vez, ni es legítimo intentar confundir al ciudadano, diciéndole que es a Zapatero a quien le estaremos dando nuestro voto el próximo 22 de mayo. Las próximas elecciones, aunque a algunos les pese, son municipales.
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