Miguel Ángel Montero
Secretario General del PP de Urrácal
En España, el agua ha sido tema de discusión entre las distintas regiones que conforman nuestro territorio desde hace muchos siglos. Ya, los romanos, se afanaban en intentar controlarla y crearon para ello sistemas de regadío para llevarla allí donde se necesitara. En 1865, una real orden creó las diez divisiones hidrográficas aun vigentes. Y en el siglo XX, concretamente en 1926, se crearon las Confederaciones Sindicales, lo que son hoy en día las Confederaciones Hidrológicas.
Todos conocemos la necesidad imperiosa de agua que tiene la provincia de Almería. La zona de Levante se está secando, no hay agua para nuestros cultivos. En el Poniente el agua se está salinizando, por lo que la necesidad de agua es vital. Tenemos que tener en cuenta que el motor económico de Almería es la agricultura intensiva, y sin agua, difícilmente ese motor podrá funcionar.
En el año 2001, el Congreso de los Diputados aprobó el Plan Hidrológico Nacional. Este plan buscaba ordenar un reequilibrio hídrico, haciendo que aquellas cuencas con más agua pudieran abastecer a las que tienen un déficit de la misma, entre otras cosas. Dicho plan fue derogado por el Gobierno del Sr. Zapatero, dejando a nuestra provincia sin el agua que tanto necesitamos. Pero eso no es todo, tenemos la mayor planta desalinizadora de toda Europa en nuestra provincia, en Carboneras, de la que solo usamos el 20%, dado que no hay tuberías que lleven tan preciado bien allá donde se está necesitando. Todos recordamos el esperpéntico espectáculo que tuvimos que presenciar cuando nuestro gobierno propuso llevar agua de Carboneras a Cataluña, donde se estaba produciendo una gran sequía.
Se canceló el Plan Hidrológico Nacional para que el Ebro siga echando al mar millones de litros de agua tan necesarios para nuestra provincia con la excusa del medio ambiente. Sin embargo, las desalinizadoras crean mucho más perjuicio para el medio ambiente, ya el producto sobrante de la desalinización es muy contaminante para la fauna y flora marinas. Así que solo me queda una razón para dejar a Almería sin agua, y no es otra que una razón puramente política.
Sé que existen detractores a la idea de trasvasar agua del Ebro a Almería. He leído y escuchado a personas hablar de que ese agua iría a regar campos de golf y cosas inverosímiles. Los campos de golf de nuestra provincia se riegan con agua residuales depuradas. En Almería hemos aprendido a aprovechar al máximo los pocos recursos hídricos de que disponemos, por lo que invito a dichas personas a conocer Almería, porque no hay ningún sitio en España donde se aproveche mejor el agua que en nuestra provincia.
Yo les pido a los miembros del PSOE que recapaciten en su actitud y pidan lo que es una necesidad para nuestra región, que no es otra cosa que el agua que nos quitó el Sr. Zapatero de un plumazo. Aquí no valen las medias tintas ni mirar para otro lado. Ahora más que nunca y en vista de la profunda crisis que afecta a Almería, necesitamos que el Plan Hidrológico Nacional vuelva a estar efectivo. Que aquella primera piedra que se puso en Huércal-Overa se transforme en una realidad y dispongamos de tan necesaria fuente de vida y, en nuestro caso, también de riqueza.
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