El agua de nunca acabar

Luis J. Pasamar
Articulista

Almería presenta en temas de agua una problemática cíclica, pero no por los ciclos de lluvia y/o sequía como se pudiera pensar, no, se trata de la forma en la que desde el PP una y otra vez recurren a asuntos “acuáticos” para atacar a la Junta, al Gobierno, y a cuantos organismo y/o administraciones estén gobernados por socialistas.

La señora Crespo, en su papel de Parlamentaria andaluza, ha pedido estos días que la Junta resuelva el problema de la calidad del agua en la provincia de Almería. Bien sabe la señora Crespo, en su papel como alcaldesa de Adra, que la responsabilidad del agua es municipal, y si las aguas subterráneas están sobreexplotadas, no es por culpa de la Junta, sino del Ayuntamiento que ha permitido y fomentado esa sobreexplotación.

Si en buena parte de la provincia sigue habiendo problemas de calidad de agua, recuerde la señora Crespo que, gobernando el PP, partido al que pertenece, se construyeron infraestructuras para dotar de agua de calidad a gran parte de nuestra provincia, a las que no tuvieron el buen criterio de dotar de tuberías que condujeran el agua de tanta calidad que producía. Tan cierto como asombroso.

En cuanto a la ciudad de Almería lo que sucede no tiene nombre. El Ayuntamiento se ha negado hasta a que la Junta construyera una tubería para unir los depósitos de la Pipa Alta y de San Cristóbal, por lo que más de media ciudad no goza de agua desalada, pero la paga. Y hay que ver lo que cuesta a muchos almerienses no tener agua de calidad. Es mérito del equipo que gobierna el Ayuntamiento de Almería, todavía.

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