El retrato de Paco Góngora

Juan Godoy
Secretario de Vivienda del PSOE de El Ejido

He querido utilizar para el título de esta entrada el símil con el título del libro de Oscar Wilde ‘El retrato de Dorian Gray’, un libro que narra cómo Dorian Gray se mantiene joven y hermoso mientras sus malas acciones, su envejecimiento y miserable estilo de vida lo sufre un retrato de su persona. A lo largo de la novela, el cuadro refleja lo que en realidad es, mientras que los demás sólo ven a una persona joven y atractiva.

El símil, aunque puede ser sutil, no deja de ser válido. Mientras que el señor Paco Góngora se presenta ante los medios de comunicación y los ciudadanos como un candidato atractivo y de conducta intachable, su retrato, que en este caso es el mismo municipio de El Ejido, se degrada y muestra las consecuencias de su gestión y la de sus correligionarios del PP, esos que ahora abominan de Enciso, pero que antes iban de su mano y estaban a sus órdenes, plegados a su voluntad y a la de Alemán.

Paco, observo en tu última entrevista, concedida a un medio local, que te defines como ‘experto en urbanismo’. Quizás tu soberbia no te deje ver más allá de tu propia nariz. Sin embargo, yo, que jamás me atrevería a definirme como experto en casi nada y mucho menos en urbanismo, aún cuando tengo algo de formación en la materia, te diré que lo que tú y tus compadres entienden por urbanismo en realidad se llama especulación.

No es urbanismo sacar adelante un Plan General que contempla como parte de los sistemas de espacios verdes, (esos que están para el disfrute de los ciudadanos) las rotondas, medianas y descuadres. Pensar que por el mero hecho de pintarlas de verde ya son zonas verdes es muy osado y dice mucho de lo que te importan los ejidenses, esos a quienes pretendes gobernar.

No es tampoco urbanismo confundir un edificio alto con un edificio singular, y mucho menos, conceder licencias para estos mamotretos sin exigir compensaciones para la ciudad (y no me refiero a compensaciones económicas, que en esas sí que fuisteis expertos). Es la perversión del ideario del movimiento moderno de edificar en altura para liberar espacio. ¿Dónde están las zonas verdes que se supone libera la construcción de edificios singulares? ¿En la Rambla del Águila?

Dudo que ningún urbanista firmase el diseño de la bahía de San Miguel, y mucho menos, que se enorgulleciera de conceder licencias para llenar Almerimar de colmenas residenciales. A cambio de qué, ¿de unos locales cutres para el club de mayores? ¿Cuál es su aportación al urbanismo en estas actuaciones?

El urbanismo es una disciplina que tiene por objeto el diseño de las ciudades para que éstas respondan a las necesidades de sus habitantes, procurando mejorar sus condiciones de vida, actuales y futuras, procurando un crecimiento ordenado y sostenible, y considerando a su vez una serie de parámetros, no sólo legales y numéricos, que parece que son los únicos de los que usted entiende (aunque ni siquiera esos cumplen), sino también sociales, culturales, históricos, económicos (que no el cobrar los aprovechamientos) y un largo etcétera que ustedes han ignorado durante su gestión.

Su mala gestión al frente de la Concejalía de Urbanismo ha hecho ricos a unos pocos y ha empobrecido notablemente a la ciudad de El Ejido, pese a que usted se jacte de haber conseguido solares para equipamientos, no sé donde, y el convenio con la Ejidomar, que de no haber sido por el Plan E del Gobierno Socialista, todavía estaría cayéndose a pedazos.

Tampoco ningún experto en urbanismo se jactaría de haber promovido desde su concejalía un número irrisorio de viviendas protegidas, que por otro lado hubiesen respondido a las necesidades de los jóvenes del municipio.

Al igual que en la novela de Oscar Wilde, donde el protagonista cubría el retrato para no tener que verlo y se afanaba por impedir que nadie lo viese, ustedes ahora se empeñan en engañar a los ciudadanos de El Ejido, vendiendo no sé qué gestión, e intentando hacer creer que son la salvación y que no tienen un pasado junto a Enciso, cuando en realidad son los causantes del desastre. Y pretenden aparecer como personajes impolutos y ocultar las miserias de su gestión.

Como no quiero desvelar el final de la novela por si alguien quiere leerla (lo recomiendo), terminaré diciendo que serán los ciudadanos de El Ejido los que le pasen la factura de su gestión como concejal de Enciso. Yo, por mi parte, me ocuparé de que la conozcan al detalle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario