Expo Agro Almería en crisis

Javier Salvador
Director de Teleprensa

Desde que junto letras para ganarme la vida, y son ya 23 años, la Expo Agro ha sido la gallina de los huevos de oro. La he visto en la capital, donde hoy están los edificios de Oliveros y antaño los talleres con el mismo nombre. La vi en unos grandes almacenes en El Ejido y en su actual ubicación, y creo que se me olvida alguna otra ubicación, pero siempre he recordado la feria como un lugar atestado de gente, de agricultores, expositores, paseantes, técnicos y clientes, un lugar del que todos salían contentos.

Se trataba de una fecha clave en la que se preparaban especiales en los periódicos que rondaban el centenar de páginas, y toda la provincia vivía pendiente de esas fechas, porque Almería se convertía en el epicentro de la agricultura cuando en esos momentos no era ni mucho menos el referente que es hoy, sencillamente era un sector que crecía a lo bestia, trabajando de sol a sol y en las fiestas de guardar.

Pero Expo Agro cambió y hasta las personas que gestionaban ese modelo fueron desapareciendo por otros supuestamente mejor preparados y más listos. Y de paso también cambiaron el concepto, y le han dado tantas vueltas y vueltas que, realmente, ya no la reconoce nadie, y cuando eso ocurre todos pierden el interés.

Sí, es un año malo por los efectos de la crisis, pero justo en estos momentos es cuando las cosas hay que hacerlas mejor, rebajar precios si es preciso, poner los pies en el suelo para adaptar la feria a los tiempos que corren, y no generar algo totalmente ajeno al sector, al momento y a los intereses del mundo agrícola. Más o menos la medicina que las organizaciones empresariales cuentan a sus asociados para que éstos las trasladen a sus trabajadores pero que, por lo visto, no son capaces de aplicarse ellos mismos.

Se le pueden dar mil vueltas e intentar que algunas pobres almas sean capaces de vender un mensaje que ni ellos mismos se creen, pero la realidad se ve en los pasillos de las ferias, y cuando hay gente son un éxito, pero cuando no la hay son un fracaso.

Luego te puedes encontrar situaciones cachondas, como el hecho de que en vez de reconocerse los errores se venda la moto de que el concepto es otro al que la gente se piensa, que se está sembrando para un futuro mejor y todas las tonterías que se quieran inventar, pero lo cierto es que otras ferias que han surgido posteriormente le han sacado la patilla a la de Almería, y eso que los lugares en los que se celebran no producen ni un kilo de tomate, pero ahí están ellos. Menos listos, menos preparados y con menos visión de siembra de futuro, pero recogiendo hoy lo que Almería pierde año tras año.

Y sí, a este paso, hasta la feria de Campohermoso se come a Expo Agro con todo su look y su proyección internacional de pago.

Lo cierto es que a todo el mundo le encantaría acertar siempre, pero no es posible, y lo que ocurre en esos casos es que hay que saber pedir perdón, y hasta consejo si es preciso, porque si te equivocas, lo ves, aceptas y lo entiendes, tienes la mitad del camino recorrido para no volver a caer en los mismos errores. Pero no, aquí se sigue erre que erre, a ver quién es más chulo, si el sector mundial o los cuatro que creen haber dado con la piedra filosofal que les ha mostrado el camino del futuro ideal para una Almería que sólo está en sus cabezas.

La Expo Agro de este año ha sido mala, muy mala o peor. Lo dicen los agricultores, los expositores y hasta los políticos, pero en voz baja porque estamos en campaña.
Creo que el peor error que se comete es no hacer entender a la Cámara de Comercio de Almería que ese modelo no les funciona, porque que se sigan equivocando no ayuda a nadie, ni tan siquiera a esos de oscuros intereses que ya tejen estrategias para derrocar a un pleno recién nombrado. Y no, no es el camino, porque las caídas libres son muy difíciles de remontar.

Se han equivocado y, como diría Rajoy “no es no y sí es sí; es decir, que cuando es no, no se puede decir que es sí”. Y quizás, si empiezan por poner a alguien de la agricultura, puro y duro, al frente del comité organizador, pues igual daban un paso adelante notablemente importante. Porque si quieren enumeramos los presidentes que van hasta ahora, en los últimos años, y vemos que nos movemos entre el textil, la piedra y la construcción. Vamos, sectores claves en la agricultura allí donde preguntemos. Humildad, generosidad y amplitud de miras pueden ser, sin lugar a dudas, tres pilares para empezar a trabajar sobre la Expo Agro 2012.

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