La candidata del PP en Adra

Nicolás Rodríguez
Concejal del PSOE de Adra

Viendo la televisión no pude salir de mi asombro al ver las declaraciones y la doble moral de la candidata del PP a la alcaldía de Adra, la señora María del Carmen Crespo. Debería de mirar a todo el mundo por igual, ya que para eso es una responsable política, por lo que le pedimos que sea un poco más coherente y que no emplee una vulgar demagogia en los temas que le interesan.

Parece que por encima de las que tendrían que ser sus verdaderas preocupaciones, como son los 28 millones de euros de deuda que tiene el ayuntamiento, las colas de proveedores esperando para cobrar desde hace meses, los parado abderitanos, etc., está su continua obsesión con mi puesto de trabajo. Le recuerdo a la señora candidata que, al igual que ella es parlamentaria, yo soy concejal y cumplo por igual con mis obligaciones. Si piensa que dos cargos a la vez no se pueden ejercer que empiece a valorar ella misma el trabajo que realiza. Será por eso que como tiene tantísimo trabajo necesita a más de cinco asesores para que atiendan a los abderitanos, porque para ella lo prioritario es su puesto en Sevilla y su escalada en el PP.

Podemos seguir relatando el trabajo que la candidata y su equipo de gobierno realizan. En la actualidad cuenta con diez concejales liberados que cobran del dinero público y que, con todos los servicios privatizados, no sabemos a qué se dedican, excepto a dar la cara y sacarle las castañas del fuego a su candidata, mientras ella sigue en Sevilla.

Y si quiere que hablemos más en profundidad o tratemos sobre trabajadores que no cumplen con sus funciones, le podemos refrescar la memoria con un funcionario del ayuntamiento que es técnico en deportes y se dedica a todo menos a los deportes.

Sus palabras ante los medios de comunicación y ante los ciudadanos no tienen otro fin que el de la mera propaganda a la que nos tiene acostumbrados Mª Carmen Crespo, una estrategia que ya están empezando a conocer las vecinos de Adra y de la que están muy cansados.

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