La pataleta socialista

Carlos Sánchez

Presidente de NNGG de Almería y candidato a concejal de Almería por el PP

Lo del PSOE ya no es un crisis, es una catarsis. Al margen de que el tema de los EREs se va a llevar por delante a un gobierno entero, como es el del PSOE Andaluz, los socialistas no se pueden ver ya ni entre ellos mismos. Los de Chaves (y su hijo de cantimpalo) se agrupan en torno a Pizarro, ya dimitido, para declararle la guerra a los griñanistas una vez que el PSOE esté en la oposición del parlamento andaluz. Esto último no es una conclusión mía, me lo ha asegurado un militante socialista de nuestra capital. “Esto no hay quien lo arregle”, me dijo.

Pero la pataleta a la que me refiero en el título no es el del miedo del PSOE a perder todo cuanto gobiernan hoy. La pataleta gorda la tienen en nuestra capital. En la candidatura de Usero ya hay dimisiones (el propio coordinador de campaña), actuales concejales no van a las reuniones de grupo desde hace semanas, hay bronca día sí y otro también y encima la campaña (precampaña) socialista brilla por su ausencia.

Recientemente, el Alcalde se ha reunido con COLEGA (colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) como candidato a la alcaldía de nuestra capital. Esto, al parecer, ha molestado bastante a los socialistas, que están convencidos de que el colectivo gay les pertenece y por tanto son esclavos del puño y la rosa. Desde las filas de COLEGA han mantenido la misma reunión con el candidato socialista y comunista, sin que por parte del PP hayamos tan siquiera opinado públicamente, ya que nos parece normal que cada grupo se reúna con quien estimen oportuno.

Como militante del PP y de COLEGA me gustaría advertir al socialismo almeriense de varias cosas. En primer lugar, a los gays también nos preocupa nuestra economía, la educación, la cultura, la sanidad, las infraestructuras y como no, nuestros derechos. Pero no se puede basar en lo último un partido político para esclavizar el voto. Y en segundo lugar, si tan convencido está el PSOE de que sus políticas son las mejores para el LGTB, ¿qué miedo tienen de que COLEGA se reúna con otros partidos? Quizás el terror mediático de que la gente conozca la verdadera cara de algunos, que tras bonitas palabras y marketing tolerante, esconden un rencoroso odio profundo hacia lo que no está bajo su control, llegando incluso a castigar económicamente a quien se ponga en medio o enseñando el colmillo para asustar. Gestos que recuerdan a una etapa de nuestra España gratamente superada, y que algunos se empeñan en resucitar cayendo en la necesidad de recurrir al pasado para superar un presente y futuro que se les antoja muy negro.