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Mamá, el profe me tiene manía

Javier Salvador
Director de Teleprensa

Seguro que todos han escuchado la frase de mamá, el profe me tiene manía, dicha por ese chaval al que le va a caer un suspenso o una tutoría por mal comportamiento. ¿Cosa de niños? No. Cosa de políticos, porque me suena igual que cuando para el PP todo lo que suene a acusación contra el PSOE es directamente corrupción o el natural desarrollo del sistema judicial, pero cuando les toca a ellos, llámese caso Gürtel, Fabra, Brugal o Arenas, su suegro y los ERE, se trata de una conspiración político-policial, una alianza entre la fiscalía y Rubalcaba para poner patas arriba al “honrado” partido de la oposición, acusaciones a las que ya responderán los abogados.

Tal y como están las encuestas, el PP tiene que plantearse que éste y no otro es su mejor momento para hacer borrón y cuenta nueva, limpiar sus listas de imputados y apartar a los que sabe que tarde o temprano van a terminar en esos inventarios de personas llamadas a declarar y que saldrán con un papelito que les diga, más o menos, que tendrán que responder sobre su responsabilidad en el caso, es decir, lo que viene a ser un imputado en una causa judicial.

Lo que es duro a estas alturas es que Javier Arenas, a quien Bárcenas ya relacionó con el caso Gürtel, ahora aparezca también en los ERE porque su suegro fue uno de los que pilló de los fondos de reptiles. Siempre he dicho que el nombre le venía al pelo, por eso de sabandijas, pero estaba claro que si había algo sucio en unos fondos generados para garantizar la jubilación a trabajadores que se quedaban en el paro, habría algún listo que haría dinero con ello y, mira por donde, empiezan a aparecer.

Según publicaba ayer El País, periódico en el que deben estar acojonados porque el bufete del suegro de Javier Arenas se ponga en contacto con ellos, hubo una serie de abogados, de externos, que presentaron facturas millonarias a esas empresas y que fue la Junta la que pagó, porque si no fuese así no cobraban. Dicho esto, también les tiene que estar haciendo una gracia especial que los suyos les dejen con, como se suele decir, el culo al aire, porque toda esa información está en el juzgado y al igual que se filtra en una dirección lo hace en otra.

A ver si soy capaz de explicarme. Cuando se pone el ventilador, el aire empieza a dar por la izquierda, pero irremediablemente termina por la derecha, y como aquí hablamos de dinero lo que está claro es que el pobre prejubilado de Santa Motor o de cualquier otra empresa acogida a esos fondos no se llevó más que aquello que por derecho, por haber trabajado como un cabrón durante años, le correspondía antes de que un empresario engominado y bien relacionado le dejase con una mano delante y otra detrás. Y sí, ese es el objetivo de los fondos de reptiles, cubrir a esos que determinadas sabandijas dejaban tirados antes de escapar como las salamanquesas, bien pegados al suelo y camuflándose para que no se les vea.

En toda esta historia está claro que los hubo que dijeron eso de que si esos cobraban ellos también, y engordaron las listas de damnificados, pero les aseguro que aún sumando años y años de lo que cada uno de esos presuntos chorizos se llevaron, no suman lo que otros de buena familia se embolsaron para su propia cuenta de resultados.

El resumen de toda esta historia ya la conocemos y por todo ello en las encuestas aparece continuamente un dato que Arenas, Rajoy y tantos otros se pasan por alto, como la creciente preocupación de los ciudadanos, de todos, con respecto a la corrupción, pero sobre todo respecto a la clase política. ¿Pero pueden hablar de corrupción aquellos que llevan a Camps como candidato a la presidencia de la comunidad de Valencia?

Lo dicho, es como lo de mamá, el profe me tiene manía. Pero en versión política, a lo Arenas, se resume en que todo lo que sea contra los míos es persecución, pero si es contra los demás se trata de pura justicia. Hay que joderse.

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