Antonio J. Corrales
Director de La Gaceta Económica de Almería
Tras la finalización de la Expo Agro de Almería se oyen demasiadas voces hablando del principio del fin de la Expo Agro. ¿Qué ganamos si nosotros mismos tiramos por tierra a esta feria? Todo en esta vida evoluciona y cada vez más rápido. Esta evolución implica o una adaptación o una extinción. La Cámara de Almería y la organización de la Expo Agro han dado una imagen clara de ir hacia un modelo renovado en la Expo Agro de este año. La imagen de una feria profesional para poder competir con otras a nivel nacional era muy necesario para nuestra tierra, donde las ferias que se realizan distan mucho de lo profesional y se centran más como una actividad sociocultural independientemente del tipo de feria que se realice.
Debemos reconocer que ahora las empresas estudian mucho los costes de participar en una feria profesional y si se recupera la inversión, no tanto por los acuerdos cerrados durante la feria, sino por los contactos realizados que conllevan a obtener potenciales clientes. Asistir a una feria profesional es caro, ya sea en Almería o en Madrid. Alquilar un espacio, el stand necesario, el personal, los alojamientos, las comidas e incluso el coste de los productos expuestos, ha provocado que en tiempo de crisis la venta de espacio sea mucho más difícil para la organización de la Expo Agro.
Una sugerencia para la Expo Agro es que esta feria puede dedicar el sábado a una jornada de puertas abiertas y que todo el mundo pueda comprobar la industria y la tecnología que se mueve en la provincia. De esta manera, los asistentes a la feria para una labor profesional tendrían tres días dedicadas a su actividad empresarial y el último día servirá de exposición popular de toda nuestra industria. Esta apertura de la Expo Agro se debería aprovechar para anunciar las medidas de sostenibilidad de nuestro campo, como el uso sistemas de ahorro de agua, el aprovechamiento de la luz solar para ofrecer energía a los invernaderos, la gestión de los residuos vegetales y todas las acciones que ayuden a conocer, de una manera real, la labor de nuestra agricultura.
Las críticas hacia una organización siempre son muy fáciles. Lo difícil es hacer una crítica que aporte soluciones en la dirección que consideramos mejorable y que aporte un nuevo valor. Sería muy malo para nuestra tierra perder la Expo Agro, que tan bien ha mostrado durante todo este tiempo los avances agrarios y tecnológicos de nuestra tierra.
Nuestra obligación es apoyar a la organización, aportando ideas y propuestas para la mejora continua, y que el comité organizador creara un sistema de recogida de opiniones y que para la organización de cada Expo Agro se permita la participación y colaboración de todas aquellas personas, sectores u organizaciones que quieran trabajar en la mejora continua de nuestra feria agrícola.
Creo que no es tiempo de criticar, de echar en cara los errores, considerarnos que nosotros lo hubiésemos realizado de mejor manera. Es tiempo de trabajar, todos y todas, en una única dirección: mostrar al mundo que la Expo Agro de Almería es uno de los referentes mundiales en la agricultura y que es parada obligatoria para todas las empresas relacionadas con el sector agrícola.
La crítica no es mala per sé. Si lo que se hace sólo es criticar sin aportar alternativas, sólo resta, pero para mejorar hace falta darse cuenta de que las cosas no funcionan. Y Expo Agro lleva varios años que no funciona, aunque este año ya ha sido imposible taparlo ensanchando los pasillos.
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