Ventajas del copago

Juan A. Segura Vizcaíno
Diputado andaluz del PSOE
 
Cuando falta poco más de un año para las próximas elecciones generales, atravesamos un momento estupendo para que el Partido Popular empiece a explicar su programa político. Ante el silencio de Rajoy, que todavía se resiste a confesar que aspira a ser el Cameron de España (sólo ha dicho que le encanta el programa de recortes sociales del primer ministro británico), sus compañeros de partido han decidido echarle un cable y ayudarle a explicar algunas ideas básicas de la agenda del PP.

El presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, salió a la palestra hace sólo unos días para hablar de la conveniencia de establecer el copago en servicios públicos como la sanidad y la educación. Lo del copago quiere decir que las administraciones (=los ciudadanos) pagan una parte de lo que cuesta el servicio y los usuarios (=los ciudadanos) pagan otra. Por si a alguien le parece un fraude, explicaré con detenimiento las verdaderas ventajas de esta fórmula.

Hasta ahora, usted ha venido sufragando los gastos de sanidad y educación mediante el pago religioso de sus impuestos. Con el copago usted seguirá haciendo lo mismo, pero pagará dos veces por el mismo servicio: primero con sus impuestos y después con su tarjeta de crédito. En caso de que no disponga de tarjeta de crédito, siempre podrá usar esos pocos billetes que quizá guarde en la cartera o el monedero.

Con el copago, además, usted dejará de pagar en función de sus ingresos (¡pero qué injusticia!) y lo hará en función de sus enfermedades. Es decir: si se enferma más, pagará más. Para evitar abusos, se ha previsto un límite máximo: dejará de pagar cuando sus ingresos ya no se lo permitan.

A partir de ese momento, aunque usted siga arrastrando una enfermedad, a ojos de la administración se habrá convertido en un ciudadano sano y alegre. Y si por culpa de sus dolencias llega usted a morir, no se inquiete: con su gesto, habrá liberado usted a sus familiares del sufrimiento de no poder pagar, ellos tampoco, el coste de su tratamiento. Ventajas comparables son las que se obtienen en educación. Con el sistema actual, puede que sus hijos estén siendo educados en el error de que todos tenemos los mismos derechos. Pero si se implanta el copago, sus hijos aprenderán a una edad temprana que el mundo está dividido entre quienes pueden pagar derechos básicos y quienes no pueden hacerlo. Con un poco de suerte, el día de mañana serán adultos calladitos, conformistas y sumisos.

Piénselo, no son tan malas las ideas del PP. Si sumamos lo que ha dicho Rajoy a lo que ha dicho Valcárcel, ya tenemos la receta para salvar España: trabajar más, ganar menos y pagar dos veces. Un chollo.

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