1,2 millones de beneficio express

Javier Salvador
Director de Teleprensa

Confieso que Francisco Góngora, por ahora candidato a la alcaldía de El Ejido por el Partido Popular, era de los pocos a los que veía con futuro dentro del partido conservador. Un tipo formado políticamente en el Poniente, con buena pinta y al que se le adjudicaba el papel de sucesor de Juan Enciso cuando ambos militaban en el PP y luego también, tras dejar el partido y crear el PAL. Concejal desde muy joven y todas esas cosas que puedan imaginar de una carrera que iba viento en popa.

Un medio de comunicación, con su licencia, audiencia y su todo, Ejido TV, le acusa de dar un golpe de los que hacen historia. Comprar una finca por 300.000 euros y venderla luego por 1,5 millones, dando un beneficio exprés de 1,2 millones. Pero, ojo, que a simple vista puede parecer una más de las cientos de operaciones que se han hecho en Almería durante años sin que nadie abra el pico, pero en la información se afirma que era concejal de urbanismo cuando la compró, que participó en la recalificación y que, posteriormente, se la vendió al principal cliente del Ayuntamiento de El Ejido. Delito o no, grave parece el asunto.

Góngora afirma que la historia no es así, y llama al medio de comunicación parte del círculo mediático de sus antiguos compañeros, pero no recuerda que su partido ha financiado televisiones ilegales y todo tipo de medios para tener su propio circo mediático, sólo que siempre han tenido mala suerte y las audiencias no les han acompañado. De hecho, uno de los ex mantenidos de su jefe, Gabriel Amat, está aireando notas registrales y contratos que ponen la verdad, si existe, más cerca de lo que dice Ejido TV, que sólo reproduce lo que otros le aportan, que su versión de última hora. Y hablando de circo mediático, también es sospechoso que algunos medios de comunicación ni tan siquiera mencionen este escándalo.

Pero hay más, porque la información que circula no sólo señala que la finca se compró por 300.000 euros, que luego se vendió por más de 1.500.000, que es algo así como unos 250 millonazos de las antiguas pesetas, y que poco después la empresa compradora la inscribió por un precio de casi 800.000 euros, es decir todavía existe la posibilidad de que una parte del pago se hiciese en B, en dinero negro, al margen de la Hacienda Pública, y eso también habrá que investigarlo.
Entiendo que ha tenido que ser muy difícil estar en política durante los años de la bonanza urbanística. Promotores, intermediarios y conseguidores que llegaban a los ayuntamientos con cochazos, relojazos, fajazos de billetazos y todos los “azos” que quieran imaginar, y todo para terminar en la madre de todos los batacazos, que no es ni más ni menos que la situación que padecemos en estos momentos. Pero aún así, con la tentación golpeándote todos los días en la puerta del despacho, lo que se esperaba es que esa gente que estaba al frente de administraciones fuese leal con su cometido y con la gente que confiaba en ellos.

La situación es grave, porque vuelve a dejar al estamento político por debajo del nivel de las alcantarillas, y el problema es que pagan justos por pecadores, pero siempre ha sido así y siempre lo será.

Pero en política hay un momento en el que tienes que decidir si es conveniente seguir, tanto para ti como para tu partido.

Este escándalo le quita como mínimo dos concejales al PP en El Ejido, y ya lo verán, pero no se van ni a Izquierda Unida ni al PSOE, sino al PAL de Juan Enciso a quienes las encuestas ya le aseguran 13 concejales y todavía no le han condenado de nada, es decir, que llega tan sucio o limpio como el propio Góngora o como el propio Camps en Valencia y tantos otros.

Y lo quieran o no, en igualdad de condiciones, si no se retira dando una lección de honorabilidad, pasando un par de años en el purgatorio del olvido -donde no se pasa tan mal-, le van a marcar, condenar a la oposición y al ostracismo dentro de su propio partido por una sencilla razón, era un chico que pintaba bien y, por lo tanto, un peligro para los intereses de los demás.

Creo sinceramente que estamos ante un punto y aparte en la carrera de este joven político. Y punto y aparte no quiere decir que se termine la historia, sólo que se para y comienza otro párrafo. Aunque todo puede pasar, y como las encuestas dicen que arrasan, los protocolos de manos limpias ya no valen ni para las papeleras, así que no sería extraño que se pongan el mundo por montera y tiren a ver lo que sucede.

Y no, lo que pueda suceder no depende de las encuestas, sino de ese 40% que dice que se quedará en casa y no irá a votar, pero ya es hora de que decidamos los ciudadanos si todo vale o no nos importa nada lo que suceda.

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