Luis Rogelio Rodríguez-Comendador
Alcalde de Almería
En política, creo que es importante mirar siempre las cosas, los hechos y las situaciones con cierta distancia, tanto en el tiempo como en el espacio. Al día siguiente de las elecciones municipales, escribí en este mismo foro un mensaje de agradecimiento a toda la gente que ha ayudado al Partido Popular en general y también en concreto a nuestra candidatura en Almería a obtener unos sensacionales resultados.
Pasados los días, hoy vuelvo a este blog, para expresar mi visión de lo que considero un proceso lógico. En la provincia de Almería, la gestión del Partido Popular en los últimos años y en diversos ayuntamientos en los que ha tenido responsabilidades ha supuesto la confianza de la ciudadanía de manera clara. Parece evidente que el ciudadano ha percibido una diferencia clara entre la forma de gobernar del PP y la del PSOE, no ya únicamente a nivel de los gobiernos andaluz y nacional, sino también en los propios municipios donde el Partido Socialista ha llevado a cabo esa labor.
Eso, además del aumento de municipios en los que el PP ha conseguido la confianza de la ciudadanía, ha conllevado otra circunstancia: la consecución del gobierno de la Diputación Provincial, institución que estaba necesitada de un modelo de gestión diferente al de los últimos ocho años.
En el futuro más próximo, esta tendencia y este reconocimiento a la capacidad de gestión de nuestro partido tiene dos citas, dos objetivos importantes. De aquí a ocho meses (lo recomendable para todos sería que fuera mucho antes, sin duda), los ciudadanos volverán a estar llamados a manifestarse ante las urnas, para elegir, en este caso, a los gobiernos autonómico y nacional.
Repito, la tendencia, la evolución del panorama político nos hace pensar que estamos en situación de continuar alcanzando metas y de que, tras esos comicios, la Junta de Andalucía estará gobernada por Javier Arenas y el Gobierno Central por Mariano Rajoy. Yo no tengo ninguna duda de que ello supondría un cambio radical y a mejor para ambas instituciones y, por tanto, para la comunidad andaluza y para toda España. Y tampoco tengo duda de que, si se ha de llegar a dichas metas, será siempre sin perder el rumbo puesto en el trabajo y el ahínco diario, el rechazo a cualquier exceso de confianza y la esperanza puesta en ese cambio importante por el bien de Andalucía y de España.
Pasados los días, hoy vuelvo a este blog, para expresar mi visión de lo que considero un proceso lógico. En la provincia de Almería, la gestión del Partido Popular en los últimos años y en diversos ayuntamientos en los que ha tenido responsabilidades ha supuesto la confianza de la ciudadanía de manera clara. Parece evidente que el ciudadano ha percibido una diferencia clara entre la forma de gobernar del PP y la del PSOE, no ya únicamente a nivel de los gobiernos andaluz y nacional, sino también en los propios municipios donde el Partido Socialista ha llevado a cabo esa labor.
Eso, además del aumento de municipios en los que el PP ha conseguido la confianza de la ciudadanía, ha conllevado otra circunstancia: la consecución del gobierno de la Diputación Provincial, institución que estaba necesitada de un modelo de gestión diferente al de los últimos ocho años.
En el futuro más próximo, esta tendencia y este reconocimiento a la capacidad de gestión de nuestro partido tiene dos citas, dos objetivos importantes. De aquí a ocho meses (lo recomendable para todos sería que fuera mucho antes, sin duda), los ciudadanos volverán a estar llamados a manifestarse ante las urnas, para elegir, en este caso, a los gobiernos autonómico y nacional.
Repito, la tendencia, la evolución del panorama político nos hace pensar que estamos en situación de continuar alcanzando metas y de que, tras esos comicios, la Junta de Andalucía estará gobernada por Javier Arenas y el Gobierno Central por Mariano Rajoy. Yo no tengo ninguna duda de que ello supondría un cambio radical y a mejor para ambas instituciones y, por tanto, para la comunidad andaluza y para toda España. Y tampoco tengo duda de que, si se ha de llegar a dichas metas, será siempre sin perder el rumbo puesto en el trabajo y el ahínco diario, el rechazo a cualquier exceso de confianza y la esperanza puesta en ese cambio importante por el bien de Andalucía y de España.
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