Rafael M. Martos
Director de Noticias de Almería
Es miércoles, y el Partido Andalucista hace campaña por la zona de La Cañada, El Alquián, Loma Cabrera, Los Cortijillos, Venta Gaspar... y en estas que junto a mi coche y con un puñado del octavillas en la mano me encuentro con su candidato, Pedro Ruiz. Como me dice que tiene los pies molidos de patear su barrio -es "cañaero"- optamos por irnos al Troncho a tomar una cerveza. Me cuenta que está cansado pero feliz, que está notando muy buen "rollo" a la hora de lanzar su mensaje a los almerienses. "¿Y cómo lo ves?", le pregunto.
Me responde con sinceridad: "está complicado, pero mucho mejor que en ocasiones anteriores". Su análisis se basa en que "somos de izquierdas, nos podríamos asimilar a un PSOE auténtico en ese sentido, no al de Zapatero ni al de Chaves o Griñán, sino a ese partido socialista de centro izquierda que es donde está la sensibilidad mayoritaria de los andaluces, y por eso entendemos que debemos ser el receptor natural de todos aquellos desencantados del PSOE, de los que no aguantan más sinvergüenzas, ni más incertidumbre, ni más enchufismo, ni más nepotismo. Esa gente tiene la opción de seguir votando PSOE con la nariz tapada, pero creemos que esos serán muy minoritarios y probablemente decidan abstenerse, y a esos queremos animar a que nos voten, e impedir que la derecha se mantenga gobernando Almería, o que alguien tan simple como Usero pueda convertirse en alcalde por carambola de Izquierda Unida".
La pregunta me la deja "a huevo". "¿Con quién pactaría el PA si se diera el caso?". No se lo piensa mucho: "Mira, nuestro pacto es sólo con los almerienses, por lo que si se diera esa situación tendría que ver exactamente cuantos votos y concejales tiene cada cual, qué programa tiene cada uno, y en base a eso estaríamos dispuestos a dar nuestro apoyo puntual a la lista más votada, pero no entrando en el equipo de gobierno. O si lo quieres como un titular: que para conseguir el apoyo del PA no tendrán que nombrarnos concejales de nada, que seguiríamos trabajando en la oposición, y quien necesite nuestro voto que nos diga para qué y en qué podemos colaborar. Ese es nuestro único pacto".
Se acaba la cerveza -Alhambra 1925 en copa helada- mientras se afana por explicarme algo más sobre la ubicación ideológica del PA. Me cuenta el "daño" que les ha hecho el PSOE "colocándonos como un partido de derechas, cuando es absolutamente falso, como te he dicho, pero es que además toda la familia de Chaves eran franquistas y los de Griñán, y hasta Nono Amate, pero es que muchos más, y sin embargo eso es como si no hubiera existido nunca, y una mentira sobre nosotros repetida una y mil veces acaba calando".
Llega su compañera Carmen Mari de poner unos carteles para la fiesta que harán este fin de semana "si nos la autorizan" y entonces hablamos de andalucismo. "Esa es nuestra seña de identidad", me dice tajante. "Nosotros somos nacionalistas, es decir, creemos que Andalucía es una nación, por su historia, por su identidad, e incluso si quieres, porque así lo refleja el Estatuto de Autonomía y punto". Le pregunto por la importancia que tiene eso a la hora de hacer política local. Responde que mucho. "Fíjate, Arenas diciendo que es andalucista y Luis Rogelio y Gabriel y el de Níjar llenan sus pueblos con banderas de España pero no ponen ni una de Andalucía... pues raro andalucismo el del PP". "Vale, pero tampoco una bandera...", me interrumpe.. "una bandera representa a un pueblo, si no pones la bandera andaluza no crees en Andalucía y si no crees en Andalucía, dime tú como la vas a defender".
Le pido que me defina un poco más lo del nacionalismo a nivel local. Pedro Ruiz se anima y contesta que "lo de ser nacionalista nos lleva a luchar por esta tierra con varias premisas, la primera es poner a Andalucía y los andaluces como eje vertebral de toda nuestra acción, es decir, que sólo y exclusivamente defenderemos aquello que sea bueno para nosotros, para que no pase como con la agricultura; eso significa también que sentimos Andalucía como una unidad en la que por lo tanto no podemos consentir discriminaciones de unas provincias como pasa con Almería, porque además tampoco nos gusta esta división administrativa por provincias, no la entendemos en compartimentos, por eso te insisto en que no aceptamos discriminaciones; y por último, los que estamos en el PA no tenemos jefes en Madrid a los que agradar para que nos asciendan a costa de Almería".
"Vaya mitin que te estoy echando", me dice sonriendo. Mientras paga las dos cervezas y el agua que se ha tomado su compañera me dice que "a nosotros la política nos cuesta el dinero desde hace muchos años, no tenemos ni cargos, ni liberados ni nada de nada, aquí es todo a piñón, pero lo hacemos porque creemos en lo que hacemos, y eso se tiene que notar". Carmen Mari (perdón, pero no sé el apellido ni me voy a poner ahora a buscar la lista) sanciona con un "y se va a notar el 22 de mayo, ya verás". Son casi las nueve y media de la noche y aún les queda mucha tarea (y a mi, que tengo que revisar la grabación y transcribirla), así que nos despedimos hasta "otra".
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