Querido E: Dura lex, sed lex o, lo que es lo mismo, la ley es dura, pero es la ley. Lo ha probado en carnes propias el exalcalde de Lubrín Juan López Camacho, que ha sido condenado a veinte meses de prisión, diez años de inhabilitación para cargo o empleo público y una multa de 4.320 euros por dar una licencia de obras en un terreno protegido.
La decisión que López tomó en su día es repudiable. Pero no se puede decir que no está pagando caras sus culpas: dimisión de concejal y de diputado provincial, y ahora esto. Y eso está bien. Pero uno ve otras cosas que hay por ahí y llega a la conclusión de que sigue resultando sencillo juzgar y condenar a los pequeñitos.
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