Al-Mansur Castillo
Foron Abén Humeya
Los andaluces estamos a pocos días de elegir a nuestros concejales y, de paso, a nuestros alcaldes. Se supone que todos los andaluces estamos interesados en saber quiénes y cómo nos van a administrar en los próximos cuatro años. Leemos la prensa que se edita o vende en Andalucía, y en las portadas nos encontramos, como tema estrella de estas elecciones, con una palabra que nos suena raro: “Bildu”. Escuchamos las noticias al levantarnos y conectes con la emisora que sea volvemos a escuchar ese vocablo en euskera. Llega mediodía y en la docena de telediarios que podemos ver y escuchar seguimos con el mismo tema, preguntándonos ¿y eso qué tiene que ver con nosotros?, ¿qué tienen que ver esas siglas con la elecciones, en Andalucía, de nuestros concejales y alcaldes? Si nos interesan las opiniones o debates, etc., más de lo mismo.
Nosotros, como demócratas, apoyamos que Bildu se presente y que les voten los que se sientan identificados con su proyecto, pero en Andalucía no vamos a estar ni un miligramo mejor si esa candidatura es una opción o no. Andalucía y por tanto los andaluces tenemos la obligación de interesarnos por nosotros. Por nuestros candidatos. Los demás, lo hacen y muy bien que les va.Por ello, nos preocupa que nadie nos cuenta por qué el PIB per capita de Madrid es de 32.696 euros, el de Castilla y León, de 23.361 euros, el de Catalunya, de 28.095 euros y el de nuestra Andalucía, de 18.507 euros. No vamos a hacer un recorrido por el resto de naciones del Estado para no deprimirnos más.
Nadie nos cuenta por qué un partido andaluz (P.A) que obtuvo en las pasadas elecciones municipales 234.885 votos, 6,14%, y 525 concejales, y que presenta en esta ocasión 290 candidaturas en otros tantos municipios, en la radio, televisión y prensa “andaluzas” no se habla de qué nos ofrece a los ciudadanos andaluces. Interesa más entretener al personal contando lo malos, malísimos, que son los de Bildu.
Las tertulias de los medios de comunicación de nuestra tierra, Andalucía, nos cuentan con todo lujo de detalles “las batallas” por las alcaldía de Barcelona o Sevilla, pero sólo para saber si gana un partido nacionalista español u otro. Nos hartan sobre la “batalla” de Castilla-La Mancha o de las Islas Baleares, pero de Andalucía poquito y cuando lo hacen, “democráticamente” exclusivamente, de los dos partidos nacionalistas españoles, el resto no cuenta, como si no tuviesen nada que decir, que ofrecer, que mejorar en sus pueblos.
Los medios nos regalan titulares y grandes artículos sobre la señora Carme (ahora y aquí Carmen) Chacón. Es presentada como una “esperanza blanca” para algunos. No nos dicen que su partido, PSC, no quiere que pise Catalunya en estos días. Y esa señora es diputada por Barcelona y dirigente de su partido. Esos mismos comentaristas y tertulianos no se dignan en comentar, decir, que en Sevilla, por ejemplo, hay dos magníficas candidatas. Se llaman las dos Pilar y son la número uno y dos de la Lista del P.A. Todo pensado en la “gran batalla” de Madrid y en perpetuar el bipartidismo, como si lo que está en juego no es cómo funcionarán nuestros pueblos y ciudades andaluzas.
A mis más de 60 años, desde las primeras elecciones de 1977 hasta hoy, nunca me he manchado las manos con papeletas de partidos españoles. El día 22 tampoco lo haré. Votaré al Partido Andalucista, partido en el que jamás he militado y con el que tengo más desencuentros que coincidencias. Soy andaluz y votaré en andaluz, a pesar, muy a pesar, de ciertos y ciertas candidatas que ignoran qué es y que significa el Nacionalismo Andaluz. En definitiva, ahora solo y exclusivamente se vota por los concejales y alcaldes de nuestros pueblos y ciudades y los andaluces lo debemos tener claro. Andalucía lo necesita.
Nosotros, como demócratas, apoyamos que Bildu se presente y que les voten los que se sientan identificados con su proyecto, pero en Andalucía no vamos a estar ni un miligramo mejor si esa candidatura es una opción o no. Andalucía y por tanto los andaluces tenemos la obligación de interesarnos por nosotros. Por nuestros candidatos. Los demás, lo hacen y muy bien que les va.
Los medios nos regalan titulares y grandes artículos sobre la señora Carme (ahora y aquí Carmen) Chacón. Es presentada como una “esperanza blanca” para algunos. No nos dicen que su partido, PSC, no quiere que pise Catalunya en estos días. Y esa señora es diputada por Barcelona y dirigente de su partido. Esos mismos comentaristas y tertulianos no se dignan en comentar, decir, que en Sevilla, por ejemplo, hay dos magníficas candidatas. Se llaman las dos Pilar y son la número uno y dos de la Lista del P.A. Todo pensado en la “gran batalla” de Madrid y en perpetuar el bipartidismo, como si lo que está en juego no es cómo funcionarán nuestros pueblos y ciudades andaluzas.
A mis más de 60 años, desde las primeras elecciones de 1977 hasta hoy, nunca me he manchado las manos con papeletas de partidos españoles. El día 22 tampoco lo haré. Votaré al Partido Andalucista, partido en el que jamás he militado y con el que tengo más desencuentros que coincidencias. Soy andaluz y votaré en andaluz, a pesar, muy a pesar, de ciertos y ciertas candidatas que ignoran qué es y que significa el Nacionalismo Andaluz. En definitiva, ahora solo y exclusivamente se vota por los concejales y alcaldes de nuestros pueblos y ciudades y los andaluces lo debemos tener claro. Andalucía lo necesita.
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